Una de las
características de las dictaduras comunistas y de la nacional-socialista fue la
tergiversación, ocultación o invención de una nueva historia, siempre favorable al régimen. Era una manera
más de lavar el cerebro de los ciudadanos para tenerlos sometidos, como ocurre en Corea
del Norte donde los ciudadanos creen, o muchos hacen que creen por miedo a morir, las historias más surrealistas
contadas por el tirano comunista, por muy increíbles que parezcan.
Por
supuesto, aquel que contradecía o contradice la historia que cuenta el régimen,
fuera en la URSS de Stalin, en la Alemania de Hitler, en Cuba, en Corea del
Norte o en la dictadura China, era y es aún en la actualidad, un traidor al
régimen y era y es castigado en muchos ocasiones con la muerte.
Siempre
tratamos de creer que en la sociedad democrática Occidental nunca podrían
ocurrir, aunque sea en parte, esas cosas. Pues tristemente nos hemos equivocado.
En el año
2007 se publica la llamada Ley de Memoria Histórica del PSOE y
Zapatero, donde se pretendía borrar o tergiversar la memoria de los españoles durante el régimen de Franco. Esa ley nunca
fue derogada por un gobierno posterior del Partido Popular y del Sr. Rajoy.
Basándose en
ella, y rendido el Tribunal Supremo y la Iglesia Católica, Pedro Sánchez
profanó la tumba y quitó los restos del General Franco de la Basílica del Valle
de los Caídos con el único fin de volver a resucitar a las dos Españas y volver
a enfrentarlas. De paso, puerilmente, intentó afrentar al General que les ganó la guerra que ellos
habían provocado.
Hablando de
memoria, de historia y de Generales. Napoleón Bonaparte tiene sobre sus
espaldas más de 4 millones de muertos, militares y civiles, en
Francia y en toda Europa. ¿Hay algún
mandatario francés, de izquierdas o de derechas, que se atreva a profanar la
esplendorosa tumba de Napoleón en Los Inválidos
en París, como lo hizo Pedro Sánchez con Franco? La mayoría del pueblo
francés no lo permitiría. El dócil pueblo español es diferente. Aguanta
estoicamente y vergonzosamente.
Pero bueno,
volvamos a nuestro sufrimiento aquí en nuestro país y dejemos a los franceses con sus manías de respetar su historia.
Ahora, el
gobierno social/comunista, da una vuelta de tuerca a aquella ley de Zapatero,
incorporando a los herederos de ETA, o sea a
ETA al consenso para aprobar, a
cambio de concesiones jamás imaginables,
la ley llamada ahora de Memoria Democrática.
Esas leyes
son para volver a dividir a los
españoles entre buenos y malos y anular el consenso y la amnistía de la Transición.
En resumen, son unas leyes liberticidas que van a ser derogadas inmediatamente,
a los pocos minutos de la llegada de VOX al Gobierno, si los ciudadanos
así lo deciden.
Nací en el
año 1955 y viví durante 20 años en el régimen del General Franco. Por suerte
aún conservo la memoria, mi memoria, que ningún político ni ningún grupo
terrorista va a borrar, únicamente que acaben con mi vida.
Uno de los
grandes problemas actuales, sobre todo para la gente más joven, es la adquisición
de una vivienda o tener que alquilar y no dejar la mitad del sueldo en ese alquiler.
También la vivienda fue un problema muy importante en la España de la
posguerra.
Recuerdo ya
desde pequeño, muy cerca de mi casa, unas viviendas muy sencillas pero muy
dignas, llamadas viviendas sindicales, que están en Ferrerías, en la Carretera
del Trece en Narón. Curiosamente estas viviendas fueron hechas en el año 1955 cuando
yo nací. Aún siguen habitadas y fueron construidas por Franco para gente con
pocos recursos, pienso que en alquiler.
Es posible
que el letrero que está en la pared de una de esas casas, que aparece en la
foto, sea quitado por culpa de esa ley de Memoria Democrática, pero queda
fotografiado y está en la memoria de muchos de nosotros. Eso no lo podrán
borrar.
Los de mi
edad, los que son un poco más jóvenes y los mayores que yo, recordamos grupos
similares de viviendas como las sindicales
de San Pablo en Ferrol, las viviendas
de Bazán en Caranza, ya a mediados de los 70 el Polígono
de Caranza, las casas baratas de
Ortigueira, que conozco muy bien ya que trabajé allí casi 30 años y sobre todo
las por todos conocidas Casas
Baratas de Ferrol, en el llamado barrio de Recimil, con más de 1000
viviendas y donde trabajó un tío mío cuando se construyeron. Una urbanización
realmente atractiva en aquellos momentos. Sus últimos bloques se inauguraron en
1948. En ese momento, la solución urbanística aplicada a la zona venía a
resolver un importante problema de carencia de vivienda para centenares de
ciudadanos.
Esta es la
2ª parte de una reflexión que hice hace unas semanas donde hablábamos de las leyes social/comunistas de Memoria
Histórica y Memoria Democrática, que trata de ocultar, tergiversar,
sancionar y definir entre buena o mala
nuestra memoria. El Gobierno nos dirá quiénes somos malos o fachas y quienes son buenos o progresistas.
Hablábamos
en la primera parte de esta reflexión de memoria y de viviendas construidas por
los gobiernos del General Franco. Hablábamos de las muchas viviendas en Ferrol
y comarca construidas por los Gobiernos de Franco, principalmente de las conocidas
Casas
Baratas.
No me puedo
olvidar, con gran cariño y nostalgia, de una colonia conocida como las 800
viviendas, en Madrid, donde
nació mi esposa y se crio con sus cinco hermanos. Fueron construidas en Madrid
en el año 1954, un año antes de nacer yo. Fue
una de las primeras colonias construidas para los trabajadores en la
capital, en este caso para los trabajadores de la Empresa Municipal de
Transporte (EMT).
Estas casas,
muy bien construidas por cierto, fueron dadas a los trabajadores y a sus
familias en régimen de alquiler. Hace 30 años el Ministerio de la Vivienda se
las vendió a sus inquilinos por un
módico precio, teniendo ahora un gran valor al encontrarse en pleno
Paseo de la Castellana, enfrente de las cuatro grandes Torres de Madrid y del Complejo Hospitalario La Paz. Por cierto,
también construido por Franco.
4.080.619 VIVIENDAS
PROTEGIDAS EN EL PERIODO 1943 A 1974, promovidas por los Gobiernos de Franco.
Además
fueron creados más de 300 pueblos por el Instituto Nacional de Colonización,
principalmente en las cuencas fluviales, creando una
estructura regional alrededor de los ríos Duero, Tajo,
Guadiana, Guadalquivir
y Ebro.
A estos
colonos se les daba una vivienda nueva, una yunta de bueyes o mulas, una vaca
de leche, aperos de labranza y tierras para cultivar. Los pueblos tenían Iglesia, escuela, bar
y otros servicios.
La Ley de Memoria Histórica trató de eliminar el nombre de estos
pueblos creados por Franco, ya que muchos de ellos llevaban adjunto del Caudillo, como por ejemplo Llanos del Caudillo, que fue uno de
los pueblos que se negó a cambiar su nombre. El objetivo era tratar de borrar la historia, como en los
peores regímenes comunistas.
Como podemos
ver, dentro de las tremendas dificultades que España tenía, quedando devastada
anímica y socialmente al terminar la Guerra Civil y posteriormente encontrarse
con una Europa totalmente destrozada después de terminada la II Guerra Mundial,
trató de paliar el grave problema de vivienda que había, haciendo un gran
esfuerzo ya que apenas se pagaban impuestos y no se sangraba a los ciudadanos como se hace actualmente por parte de
gobiernos de distinto signo.
Considero
que fue un hito la construcción de todas esas viviendas.
¿Estoy haciendo apología del General
Franco y sus gobiernos? Llámenle como quieran, estoy contando mi memoria y lo que todos pueden
ver con sus propios ojos. ¿Tengo que
alabar en eso al régimen de Franco? Pues sí, tengo que alabarlo. ¿Era malo proporcionar vivienda a las
personas, sobre todo a las más humildes y necesitadas? No era malo, era
algo muy bueno y que pueden acreditar los que aún viven y se vieron agraciados
con esas viviendas. ¿Fue malo que en
solo 25 años, de 1950 a 1975, nuestra
nación experimentara el mayor crecimiento económico y social en cuatro siglos?
De un país básicamente subdesarrollado había pasado a tener el décimo PIB mundial.
El mensaje
que pretendo trasmitir en estas sencillas palabras, es que cada uno tenga libremente su memoria y sus vivencias. No podemos admitir ni permitir que haya una
verdad oficial y que traten de
enfrentarnos con eso, y decir si nuestra memoria nos convierte en malos o
buenos. Cada uno que sea libre de opinar
sobre su propia memoria. Son los historiadores quienes investigan la
historia y no los gobiernos. El Gobierno está obligado a respetar la historia y
los ciudadanos decidirán lo que para cada uno fue bueno o fue malo, aún a
riesgo de equivocarse.
Si se
considera que la verdad es apología del franquismo, no voy a renunciar a
decirla, aunque se empeñen muchos políticos y los herederos de un grupo
terrorista.
Pueden multarme,
pueden detenerme, pero la verdad está ahí y no voy a renunciar a ella.
No estoy
añorando nada. Para mí, no todo
el tiempo pasado fue mejor, pero exijo como ciudadano, que se respete nuestra gran historia y se
respete la verdad.
Una pregunta
a quien corresponda. ¿Sabemos si las más de 4.000.000 de casas de protección oficial que se promovieron entre
los años 1943 a 1974, o hasta 1983 según las exigencias de ETA, se les va a
aplicar la Ley de Memoria Democrática y se van a demoler?
Nada es
descartable en este maravilloso país llamado España.
Como de
momento vivimos en una democracia, los ciudadanos son los que deciden. Si los
ciudadanos deciden que VOX esté en el
Gobierno o sea decisivo para formarlo, se con certeza, como ya dije en la
primera parte de este artículo, que en las primeras 24 horas de gobierno estas
leyes social/comunistas de Memoria
Democrática, serán derogadas sin más contemplaciones.