En estos momentos de incertidumbre política y económica , cuando el estado a traves del gobierno y otras instituciones interviene cada vez más en la vida de los individuos , restringiendo su libertad día a día en aras de un supuesto " bien común" , queremos contribuir desde este blog a difundir los principios del liberalismo , cada vez más necesarios para conservar la libertad y la iniciativa como ciudadanos.

domingo, 20 de diciembre de 2020

«Casado dio una patada a la esperanza de una alternativa a Sánchez» - Santiago Abascal en ABC


 

Las vías del tren que se divisan desde la cuarta planta de la sede nacional de Vox se pierden en el horizonte. Es la estación de Chamartín. Para llegar hasta esa panorámica, ABC se ha cruzado con el Belén en la fachada, la bandera de España en la puerta y un estand con «merchandising» en el vestíbulo. Vox luce orgulloso sus pilares ideológicos y quiere que su gente los muestre sin complejos. Santiago Abascal recibe a este periódico con buen tono, dispuesto a señalar el horizonte de su proyecto para España y con el ánimo de desmontar los clichés que cuelgan sobre sus espaldas. ABC quiere saber hacia dónde se dirige un partido que está cómodo en la confrontación, pero que se frustra cuando sus mensajes son sepultados por el ruido.

¿Se le ha pasado ya el enfado con Casado por su discurso en la moción de censura? El disgusto, la decepción...

En realidad es la preocupación. Casado dio una patada a la esperanza de muchas personas que creían que sólo se podía construir una alternativa al Gobierno de socialistas, comunistas y separatistas con algún tipo de acuerdo entre el PP y Vox.

«Díaz Ayuso tiene mis respetos. Hasta tal punto ha sido el objetivo a batir que parecía que el PP la abandonaba»«Casado se equivocó profundamente, pero yo no me doy por ofendido. No tendrá consecuencias políticas»

¿Qué tipo de acuerdo?

Nosotros entendemos que poselectoral. Casado escenificó una ruptura con Vox, lo hizo de una manera brutal e innecesaria y creo que se equivocó. Ha generado desesperanza en muchas personas.

¿Habrá consecuencias?

No tendrá consecuencias políticas para mí. Vox no va a cambiar sus planteamientos, va a actuar con responsabilidad. No va a actuar desde la vendetta política dejando caer gobiernos regionales. Sabemos quién es nuestro enemigo y qué es lo que están esperando millones de españoles: algún tipo de acuerdo para expulsar al Gobierno de socialistas y comunistas.

El PP les reprocha sus ataques, empezando por la «derechita cobarde».

El PP es un partido de efectos retardados, porque ese tipo de referencias las habíamos hecho durante la campaña electoral, hacía mucho tiempo, y no estábamos repitiéndolas sistemáticamente. No es verdad que estuvieran respondiendo a un ataque que nosotros no estábamos planteando.

Lo que le dolió fue el ataque personal.

Casado se equivocó profundamente pero yo no me doy por ofendido, creo que cometió un error y que lo peor de lo que hizo es que generó desesperanza en muchas personas que ahora piensan que el Gobierno de Pedro Sánchez y de Pablo Iglesias puede durar más.

¿Han vuelto a hablar?

No.

Pero antes hablaban a menudo.

Sí.

Visto lo visto, ¿cómo valora la moción de censura?

Era absolutamente necesaria, ha sido clarificadora; desde algún punto de vista de manera negativa, porque ha dado menos esperanza para la alternativa por la actuación de Casado. Pero yo creo que las cosas están claras y fue tan adecuada que la volvería a presentar.

En su discurso yo encontré un ataque frontal a la Unión Europea. Sin embargo, ustedes lo niegan. ¿Están ustedes a favor o en contra de la UE?

Agradezco la pregunta porque efectivamente hay una confusión de la que nosotros podemos ser responsables en parte, porque probablemente sólo hice la crítica a la UE, además cargando las tintas innecesariamente sin ofrecer la alternativa que nosotros planteamos. Nosotros no estamos en contra de la Unión Europea, no estamos a favor de salir del euro. Lo hemos planteado con mucha claridad, y sin embargo no obtiene el eco mediático, que sólo llega cuando atacamos a los burócratas de Bruselas. Europa no son los burócratas de Bruselas, no son las élites que hoy gobiernan Europa; otro modelo de UE es necesario y es posible, más similar al del Tratado de Niza, en el que los estados tengan una mayor soberanía. No somos enemigos de la Unión Europea en ningún caso, pero no vamos a dejar de hacer críticas independientemente de que nos granjeen la acusación infundada de eurófobos, euroescépticos… lo que somos es euroexigentes.

«Estado unitario»«Las autonomías son pequeños focos centralistas:las provincias y las diputaciones han recogido mucho mejor la pluralidad de España»

Si usted fuera presidente, ¿qué primera medida tomaría?

Depende de con qué mayoría.

La suficiente...

Plantearía una reforma constitucional para recuperar las funciones esenciales del Estado: educación, sanidad, justicia, interior, política exterior... que no haya embajaditas regionales por el mundo. España tiene que recuperar la unidad, además de la concordia. En eso es en lo que yo me empeñaría.

¿Más Estado central?

Más unidad. Nosotros no nos definimos como centralistas. Creemos en un Estado unitario políticamente centralizado pero administrativamente descentralizado. Pensamos que España es plural y esa pluralidad puede tener expresión a través de las provincias, de las diputaciones, que han recogido la pluralidad de España mucho mejor que las autonomías, que se han convertido en pequeños focos centralistas. La autonomía catalana, en rebeldía, o la vasca, en proceso de rebeldía no sabemos para cuándo, son en realidad dos entes centralistas que quieren hacer tabla rasa eliminando cualquier tipo de diferencia entre sus respectivas provincias. Tarragona no es igual que Lérida, ni Álava es igual que Guipúzcoa, pero los separatistas imponen el euskera en Álava, donde la gente no habla vascuence de la misma manera que lo hacen en Guipúzcoa.

Santiago Abascal, en la sede nacional de Vox
Santiago Abascal, en la sede nacional de Vox - Matías Nieto

¿Usted eliminaría las autonomías?

Nuestra posición de máximos es un Estado unitario, con un único Parlamento, un único Gobierno, un único Tribunal Supremo que sea la última instancia jurisdiccional, políticamente centralizado –con el poder político concentrado en ese Parlamento nacional– pero administrativamente descentralizado a través de los municipios y de las provincias.

¿Qué espacio deja usted a las lenguas cooficiales?

El de la libertad de enseñanza. Que quienes quieran escolarizar a sus hijos en las lenguas regionales puedan hacerlo. Por supuesto, nos parece bien que exista una asignatura para que todos tengan unas nociones mínimas de esas lenguas, pero creemos que no se puede imponer a los padres que sus hijos sean escolarizados en lenguas que no hablan, que no son las lenguas maternas o que no son las lenguas del futuro desde la perspectiva de sus padres. Queremos libertad.

¿El fenómeno de la inmigracion ilegal se puede afrontar en solitario?

No, y sobre todo porque aunque fuéramos capaces de controlar nuestras fronteras marítimas podríamos recibir inmigración ilegal por los Pirineos. No pensamos que vivamos aislados, pero España puede tener una posición beligerante junto a otras naciones para que Europa ayude a contener la inmigración ilegal y no para que la UE contribuya al efecto llamada, que creemos que es en lo que están todos los partidos políticos, desde el PP hasta Podemos, con su cobardía a la hora de afrontar una crítica a la inmigración ilegal.

El racismo...

Es que es muy paralizante oponerse a la inmigración ilegal porque enseguida uno se ve acusado de racista. Vox jamás ha hecho una acusación racista. Al contrario: racista es el que les llama y les promete un paraíso que no se puede ofrecer y les hace jugarse la vida en el Mediterráneo. Ese es el que considera que esas personas son inferiores a nosotros. Nosotros decimos que la inmigración debe ser regulada en función de las necesidades de la economía nacional. En estos momentos, con los niveles de paro, y especialmente de paro juvenil que hay concretamente en Canarias, España no necesita más inmigración.

Muchos inmigrantes llegan a España con una mano delante y otra detrás. ¿Cuál es el trato que usted cree que hay que darles?

Primero, no hay que llamarles. En segundo lugar creo que hay que impedir que lleguen con vigilancia marítima cerca de los puertos de partida para que sean devueltos en ese mismo momento y que sean los países de los que parten los que reciban la presión internacional por no acoger a sus propios nacionales. En tercer lugar, si llegan, deben estar en centros de internamiento de extranjeros mientras se les identifica y se toman todas las medidas necesarias para intentar repatriarlos a sus países. ¿Eso significa que de la noche a la mañana vamos a conseguir con una varita mágica resolver el problema de la inmigración ilegal? Sabemos que no. Pero creemos que si se lanza el mensaje de que «quien llega ilegalmente a nuestro país no va a poder regularizarse nunca» habremos hecho un gran servicio para que las mafias de la inmigración ilegal no estén operando en el Mediterráneo.

Elecciones catalanas. A tenor de las encuestas, hay un repliegue del voto pro unidad de España. ¿Cuál es su expectativa?

Ser la fuerza de referencia en Cataluña. Ahora bien, ese es un objetivo difícil de alcanzar todavía. Nuestro objetivo realista es tener representación.

En las elecciones de 2017 Ciudadanos consiguió un resultado magnífico: ganó las elecciones con 36 diputados. ¿Qué ha hecho mal?

Tirar la toalla. Ha dejado abandonado a muchos catalanes que confiaron en ellos y les dieron una victoria en Cataluña, pero que no fue una victoria sólo para Ciudadanos. Yo lo percibí como una victoria propia, una victoria para la unidad nacional. Que un partido como Cs consiguiera en aquel contexto ser la primera fuerza política en Cataluña fue algo que no sólo muchos aplaudimos, sino que nos alegramos sinceramente por dentro de que ocurriera. Pero eso implica una responsabilidad. Antes de sustituir al señor Rivera, la señora Arrimadas decidió venir a Madrid. Vox ha hecho lo contrario: un diputado nacional vuelve a su tierra para encabezar la candidatura con un claro mensaje: quedarse allí y luchar a largo plazo para dar una alternativa.

En Gerona o Lérida el voto constitucionalista es escaso. ¿Tiene algún interés en que los partidos se unan para tratar de rentabilizar ese voto?

No hay ningún interés por parte del PP y Ciudadanos.

Haga un llamamiento.

Sería absolutamente estéril y me colocaría fuera de la realidad política, máxime después de lo que ocurrió en la moción de censura. Hay una tendencia a pensar que PP, Cs y Vox pueden obtener más votos yendo juntos. Yo tengo la tendencia a pensar exactamente lo contrario, incluso tenemos algunas pruebas de que ha sido mucho más eficaz. El caso andaluz es el perfecto.

¿Me está diciendo que la existencia de los tres partidos del centro a la derecha incrementa las posibilidades de un Gobierno alternativo en España?

Eso se ha demostrado en Andalucía y también en Madrid, donde tampoco estaba sobre la mesa que se mantuviera un Gobierno y ha cambiado el Ayuntamiento. Realmente eso ha sido eficaz. Si PP y Vox concurren separados hay más posibilidades de echar a Sánchez.

Sí a la UE«No somos enemigos de la UE en ningún caso: somos euroexigentes»

¿Teme que Díaz Ayuso adelante las elecciones en Madrid?

Ni lo temo ni lo dejo de temer. En muchas ocasiones he pensado que era necesario que adelantase las elecciones ante la posibilidad de una moción de censura del PSOE y las tentaciones de traicionarle sistemáticas del señor Aguado.

Díaz Ayuso es el enemigo a batir por el Gobierno.

Tiene mis respetos. Ha sido hasta tal punto el objetivo a batir que temporalmente parece que el PP la abandonaba. Ella ha actuado desde la firmeza y eso ha sido relevante y aplaudido por muchos madrileños. Queremos apoyar a un gobierno que actúe con firmeza y sin complejos, y no un gobierno asustado ante la izquierda.

Fuente ABC.ES


lunes, 30 de noviembre de 2020

La tercera Ola - Rafael Bardají

 

Rafael L. Bardají (Badajoz, 1959) es especialista en política internacional, seguridad y defensa. Asesor de tres ministros de Defensa y la OTAN, en la actualidad es director de la consultora World Wide Strategy.

Los que nos asustaban con una mortífera “segunda ola”, que situaban hacia finales de noviembre, y que no supieron ver que había comenzado ya a principios de septiembre y que no era tan letal como auguraban, ahora avisan desaforadamente de que si no se cumplen con las restricciones actuales a la movilidad, ese encierro regional que se han sacado de la manga las comunidades autónomas, tendremos una “tercera ola” justo por Navidad. No vieron llegar la primera, no se coscaron de la segunda, pero se atreven a predecir el futuro de la tercera

Imagino que, si quedan historiadores honestos, dentro de unas décadas llamarán a esta etapa, La Gran Histeria. Como acaban de demostrar tres científicos australianos en su estudio comparativo de la tasa de infección del coronavirus actual, los enfermos de covid-19 han superado con creces las cifras oficiales. Para España calculan que la tasa real de contagiados es superior a cuatro veces el millón y pico que da el ministerio de Illa. ¿Qué quiere decir esto? Pues que la letalidad del virus es relativamente baja. Ni siquiera da para llamarlo la Gripe China. La Española sí que fue mortal.

El miedo es una herramienta poderosa de sometimiento. Y bien que han explotado el miedo.

Pocos gobernantes han actuado con la frialdad que exigían las circunstancias. Y, por las razones que sean, han caído en los brazos de la improvisación, la sobreactuación y el pánico. Tal vez recordaran con amargura que la crisis financiera de 2008 se llevó por delante a gobiernos de izquierda y de derechas y querían evitar verse de patitas en la calle. El miedo es una herramienta poderosa de sometimiento. Y bien que han explotado el miedo. Pero hay más, a la ineficacia en algunos casos, como en España, se ha sumado la maldad. Iglesias y Sánchez han instrumentado la pandemia no para preparar a la sociedad española ante una futura crisis, sino para imponer autoritariamente su modelo político radical. El PSOE siempre ha sido una espléndida agencia de colocación de fieles y amiguetes, y están dispuestos a aceptar por un plato de lentejas que los hilos los maneje el Rasputín venezolano que es lo que en verdad se esconde bajo el moño de Iglesias.

La Tercera Ola la auguran los técnicos de Bruselas, de ese monstruo burocrático que es la UE.  Que caiga precisamente en Navidad, sin embargo, no me parece casual. Una institución que renunció voluntariamente a sus raíces judeocristianas para dotarse de una mal llamada constitución europea, más pronto que tarde tendrá que lanzarse a destruir todo símbolo de la religión sobre la que se fundó, le guste o no. Que el gobierno permitiera ir a la peluquería, pero prohibiera los oficios de culto, ya indicó su falta de respeto por los creyentes y su negativa a que muchas personas encuentren consuelo y razón de ser en la fe. Que sí permitiera las congregaciones de musulmanes para sus rezos no fue más que otra andanada contra las instituciones básicas de lo que ha sido la civilización occidental.

Empiezo a pensar que esa película sobre el amor en el horror de la revolución soviética, el Doctor Zhivago, se rodara en España no fue casualidad

Ahora le ha llegado el turno a la Navidad. Cierto, para muchos poco más que unos días de consumismo desmesurado. Pero también de celebraciones familiares, con cuñado incluido si se quiere, pero familiares. Y ya sabemos, la familia, salvo que sea un aglomerado de excentricidades y tribus varias, lleva en el punto de mira de la izquierda desde el comienzo de sus tiempos (de la izquierda, no de la familia). Despojarnos, además, del elemento espiritual de estas fechas es otro paso más en la imposición de una secularización extrema que margina y castiga a los creyentes. Es la URSS en otra latitud. Empiezo a pensar que esa película sobre el amor en el horror de la revolución soviética, el Doctor Zhivago, se rodara en España no fue casualidad, sino un presagio de los tiempos que corren.

Funte : www.gaceta.es

jueves, 24 de septiembre de 2020

Antonio Escohotado: "Trump es más de izquierdas que Pablo Iglesias"

 

Probó casi todas las drogas, estuvo en prisión, trató de entrar en el Vietcong, y ahora 'huye' de Galapagar para regresar "los últimos días" de su vida a Ibiza. "Sólo los tontos quieren vivir para siempre", afirma el filósofo

 

 En el chiringuito de Pou des Lleó, una escuálida estatua de mármol se come una caldereta de langosta. De cerca, a Antonio Escohotado (Madrid, 1941) se le leen las venas como garabatos en un pergamino. Sus quince horas de estudio diarias, cuenta -«hoy la fonética noruega, otro día la geología de Islandia, otro los padres de Kant»-, confirman que el saber no sólo no ocupa lugar, sino que devora la materia, al menos la del autor de Historia general de las drogas y Los enemigos del comercio, como un agujero negro.

A su lado, un ingeniero informático le cuenta cómo pone sensores a los volcanes. Ha viajado desde Zaragoza para pasar el fin de semana junto al «maestro» en su retiro de Ibiza, al que llegó hace tres meses. «Busqué un asilo, un sitio lejos de mi casa para pasar los últimos días de mi vida», dice. Galapagar pierde a uno de sus ilustres vecinos.

¿No estará huyendo de Pablo Iglesias?
Es gracioso. Pablo vivía en Vallecas porque aquello le enseñaba rencor de clase. Yo no sé qué le estará enseñando el mejor chalet de mi urbanización.
¿Le tenía cerca?
A 300 metros.
Recuerdo cuando le entrevistó en La Tuerka, y reconoció que de adolescente leyó su libro de las drogas porque su generación buscaba «excusas académicas que sirvieran para justificarnos».
Hombre, date cuenta que luego hay una parte privada que sería una indiscreción comentar, y que no comentaré, como es natural. Y no puedo decir qué drogas, por ejemplo, conoce Pablo, pero me parece a mí que privadamente él no cree en la cruzada contra las drogas.

A esa distancia del chiringuito, ascendiendo una suave colina, hay una cabaña de madera con una higuera chumba sin cobertura. Su inquilino no tiene móvil, y a los escohotadistas les cuesta encontrar al «maestro», como si estuviera escondido en los setenta. «Esperaba una cosa un poco monástica, un poco de retiro, y la verdad es que aquí tengo de todo menos retiro», dice. «Hay mucha gente joven que de repente me ve, y cómo voy a ser tan soberbio, tan displicente y tan imbécil de olvidar la gentileza que eso supone. Y les tengo que tratar bien, pero cuando me descuido no hay una tarde que tenga para mí. Y se van a las tres de la mañana».

¿Y qué busca la gente?
Pues no lo sé. Son un poco variados. La mayor parte no sabe ni quien soy. De repente les suena, 'pues a este viejo le conozco', y como tampoco conocen a muchos viejos...

Sobre el esqueleto del viejo baila una camisa blanca que le da cierto aire de fantasma Adlib. También de túnica griega. Escohotado se disfraza de Sócrates y Aristóteles en Hitos del sentido, que acaba de publicar Espasa, donde rescata las grandes revelaciones de los pensadores griegos.

¿Y los griegos qué pensaban de lo de Cataluña?
España siempre ha sido muy caciquista. Que cada jefecillo local obtenga poder. ¿Cuál fue el recibimiento más apoteósico que ha prestado Barcelona en toda su historia? La recepción de las tropas de Franco. Y el que lo niegue es que no quiere ni recurrir a los registros gráficos ni a los registros escritos. Nunca estuvo más contenta Barcelona que cuando se fueron de allí estos memos que habían organizado hacía 30 años antes la Semana Trágica. ¿Que todavía se hable de esto? Pues la pandilla de gente descontenta consigo misma, furiosa con el mundo porque en realidad no les dan la importancia que ellos quieren tener. Yo en Cataluña no veo un problema político, como decía Ortega, lo del independentismo catalán sólo tiene una salida, paciencia. En el momento en que tuvieran más de la mitad yo recomendaría al país que se lo pensara dos veces y dijera, 'hale largo, si quieres irte, vete'. Fernando Savater me diría ni el 51%, ni el 30%, ni nada. No tienen razón, Fernando lo diría y además lo ha defendido con gran valentía y con gran honor en el caso de los vascos. Pero yo, francamente, personalmente, me parece que por qué tener en casa una persona que no quiere, que se largue.
Le he leído que los griegos no querían ser viejos.
Eran muy frívolos.
Usted no ha llevado tan lejos su doctrina.
Para nada, estoy aceptando las debilidades de la edad, pero tampoco te creas que tengo tanta paciencia. Ya veremos. El hombre no puede renunciar a la capacidad de matarse a sí mismo, pero hay que tener eutanásicos dulces. Obligar al hombre a que se tire a una locomotora de tren es una grosería.
No hay trenes en Ibiza.
Hay que tener unas pastillitas que le aseguren a uno que primero se duerme, de muy buen tono, y luego ya no se despierta. Eso lo hemos tenido hasta ahora en todas las farmacias. Desde hace unos 30 años la maldad absolutista ha diluido la posibilidad de convertir eso en materias manejables, diluyéndolo en aceite en lugar de en agua, como se ha hecho hasta ahora. Eso significa que condenas a las personas a matarse por vía intravenosa, a buscarse un auxilio al suicidio. Como los malignos ministros de Justicia han aprobado el nuevo delito de auxilio al suicidio, que nunca ha existido, ahora un hombre como yo, al que los achaques le pueden forzar, para salir con dignidad, a tomarse sus pastillas para no despertarse, no lo puede hacer. Estamos condenados a no poder escapar de la vida, aun cuando la vida se despide de nosotros. Y eso es una canallada, y una falta de compasión por el ser humano, que solo los tontos, los que quieren vivir para siempre, los que quieren ser inmortales, no se dan cuenta de lo que se está haciendo con el ser humano.
Pensaba que, como le oí a Vargas Llosa, quería que la muerte le pillara con cosas a medio hacer.
Y yo también, qué ganas tendré yo de que mi familia me descubra con una cara contrahecha y con un gesto molesto, que queden mis hijos o las personas con esa mala impresión. Yo soy coqueto en ese sentido. Me gustaría morir con un gesto sereno y sin molestar a nadie, como los perros mueren, que se van a un rincón y no te das cuenta, y crees que se ha quedado dormido pero en realidad se ha muerto. Gran parte de los seres humanos no se dan cuenta de que con la edad se van volviendo más tontos, y quieren vivir un día más, o una hora más, aunque sea horrible ese día más o esa hora más.

El olimpo de Pou des Lleó huele a la combustión de tres paquetes diarios, cascos de cervezas y cama deshecha. El ordenador guarda una biblioteca y las 16 primeras páginas de una breve historia del Real Madrid y sus enemigos. «Franco no podía ver al Madrid porque Bernabéu había echado de Chamartín con malas maneras al capitán general Muñoz Grandes, el de la División Azul, porque un día borracho le había tocado el culo a una señora. Es una vergüenza todas las cosas que se dicen del Madrid en este sentido», resume.

Se cumple exactamente medio siglo desde que llegó a Ibiza por primera vez para «vivir de lo que otros tiraban y practicar el amor libre». ¿Y ahora?
Afortunadamente, el aguijón libidinoso ya no lo tengo. Esta isla ha sido muy generosa. Contraje dos enfermedades venéreas en un par de meses. Lo pasamos muy bien.

A Escohotado le molesta el fotógrafo. Se niega a posar, como siempre: «Eso es cosa del Antonio Banderas, y el otro...», y le acusa de disparar como una ametralladora Vickers.

A pocos pasos de su cabaña hay una piscina y el filósofo quiere bañarse sin testigos. Antes anuncia que se va al aseo a tomarse sus dosis, como si quisiera dejar constancia de que nunca se sometería a una entrevista sin dar positivo en un control antidoping. De camino habla de todas las operaciones de boca de Freud y de la prensa, que apenas lee, por «alarmista y sectaria».

Entonces no se ha enterado de que las miradas lascivas son delito.
No he conocido a ninguna mujer con dos dedos de frente y mínimo éxito con los hombres que dijera chorradas como estas que estamos oyendo ahora con forma de verdad objetiva. Allá ellas, macho. Es una cosa que dentro de 10 años nos va a dar risa. Lo que es terrible es que hay una parte que sí necesita urgentemente discriminación positiva, que es el mundo islámico. Pero como la parte que queda de rojerío no encontró otro aliado, buscó primero a los islámicos, y ahora está descubriendo a los neuróticos y a las señoras.
Parece que usted lo achaca todo a neurosis y fealdad.
Haces bien, es neurosis y fealdad.
Entonces triunfa la neurosis y la fealdad.
Es que no triunfa para nada, es un asunto que está en la conversación desde hace, digamos, ocho meses. Eso no es nada. En la historia universal mueren como muere todo, por la herida del tiempo. Las memeces se las lleva implacablemente.
¿Y si ahora le salen unas denunciantes en plan Plácido Domingo?
Estupendamente. Vengan señoras. ¿Qué quieren hacer? Darme una hostia. Vale, pues pónganse en fila. Denme la hostia. Disfruten.
¿Qué pensarían aquellas mujeres europeas del amor libre que conoció en la Ibiza de los 70?
Todas las mujeres guapas, inteligentes, están completamente en contra de la tontería de que el hombre es un violador nato, y que el estatus de la mujer está retrocediendo. Las que dicen otra cosa pues, pobrecitas, tienen problemas de un tipo u otro, pero son una pequeña minoría, igual que los nazis.
¿Los nazis?
La gran preocupación de que haya nazis.
¿No le preocupa el auge de la extrema derecha?
Es que eso no existe, es un camelo, un camelazo, un fantasma inventado por la izquierda. Lo que hay son cuatro memos, por mucho que el rojerío intente magnificarlo. Lo que sí existe es la izquierda extrema, la izquierda controlista, la izquierda bolchevique, y con buena salud. Y se tiene que inventar un reflejo especular, y si no lo hay pues se lo inventan.

Escohotado no lleva mascarilla y sigue tendiendo la mano al que se la ofrece, la del anillo rojo de su madre, que perdió en una playa de Ibiza, y una amiga reencontró días después en un bar de la isla en el dedo de otra mujer.

Había apuntado que a su biografía ya solo le faltaba ser grupo de riesgo, pero le veo bastante cómodo con la pandemia.
Comodísimo. Encantado. Además dicen que se muere rápido a mi edad por coronavirus. Publiqué en Twitter y en Facebook que ojalá esta gripecita se me lleve porque hace tiempo que estoy con achaques.
Vamos, que no toma precauciones.
Ni siquiera para el sol. Las respuestas que tuve... desde "nazi" a "te voy a matar, anciano".
Pero si estaba diciendo que quería morir.
Es que tú le dices al cobarde que a ti no te importa aquello que para él es el centro del mundo y te va a odiar para siempre porque le pones en ridículo. Las personas aceptan ser acusadas de crímenes incluso capitales, pero no aceptan de buena gana ser puestos en ridículo, por eso mataron a Sócrates.
¿Siente cierta solidaridad gremial porque el ministro de Sanidad también sea filósofo?
Es una locura que no sepamos que estamos rozando la proporción de muertos medios de la gripe asiática, y la gripe asiática no evitaba llenar los estadios, o los cines. Pero esta memez sí que prohíbe llenar los estadios y los cines sin darse cuenta de que al mermar la recaudación recorta el empleo, y al recortar el empleo altera la proporción y la velocidad con la que circula el dinero. Al que pudiera salvarse de contraer esta enfermedad le van a seguir millones de casos que van a padecer necesidad, hambre y dolor, a causa de que se ha recortado la posibilidad de estar juntos. Que uno sea lo bastante tonto para no darse cuenta no quiere decir que otros no se den cuenta y lo digan. La epidemia tiene como renta política aumentar el control, y esto es la lógica interna del poder. Hay una tendencia actual a ser frívolo, insustancial, y sobre todo a no luchar por las cosas que más nos importan. El mundo se va pacificando en el sentido del borreguismo, no porque falte agresión, sino porque falta respuesta. Somos una especie de mierdas, de cobardicas, de amnésicos y sobre todo de incoherentes.
Usted, que sacó una oposición al Banco de España, conocerá a José Ignacio Goirigolzarri.
No.
El presidente de Bankia...
Ah sí, he visto fotos.
¿Sabe que cada lunes va a darle clase a la oficina un profesor de filosofía?
Qué bien, y qué profesor es ese, ¿se conoce?
Yo no, pero he leído que estudia la ética de Kant.
Está muy bien, lo conozco. Murió virgen. Lo mató su mayordomo porque era un obseso del orden y, como no le quería subir el sueldo, le cambiaba las cosas de sitio y se volvió loco. Claro, dar lecciones de moralidad con esos problemas tuyos de que necesitas tener las cosas en su sitio, porque si no te entra un ataque de nervios...Es un poquito... Audaz.
¿Se ofrecería voluntario para dar filosofía a un banquero?
Sí, claro.
¿Para qué?
No hay nadie que haga un uso más razonable del dinero que un buen banquero, por eso es ridículo cuando alguien dice que no, y que si acumula mucho dinero Bill Gates o Amancio Ortega, o la madre que lo parió. Ese es el que está pensando en tener cien o mil euros más al día o al mes. Pobre diablo. No sabe de lo que habla. Si hay personas no preocupadas por el dinero son estos megafinancieros como este Goirigolzarri. Lo tienen tan de sobra que su preocupación siempre, siempre, es filantrópica. El que no se dé cuenta es un puro envidioso, y además no ve dos en un burro.
Cualquiera diría que usted trató de entrar en el Vietcong y no en el Ejecutivo de Donald Trump.
Es que Trump en cierta medida es más de izquierdas que Maduro.
Por un momento creí que iba a decir Pablo Iglesias o Pedro Sánchez.
También, pero es que Pedro Sánchez y Pablo Iglesias además son unos cantamañanas advenedizos que violan el principio de coherencia. Están a lo que toque con tal de mandar. Esto no es propio de humanos. Podría considerarse propio de animales en época de celo, o de, no sé, psicópatas. Si vas a decir que Iglesias es de izquierdas y yo soy facha pues ya estamos buenos. Yo he sido de izquierdas cuando te fusilaban por ello, y éste cuando le nombran vicepresidente. Es bastante distinto. Yo tengo una mierda de chalé pagao y este el mejor de la urbanización. ¿Quién es de izquierdas? ¿Él o yo? ¿Qué broma es ésta? Se ha cumplido ese mundo al revés que hablamos él y yo. Yo le dije: 'Pero Pablo, ¿cómo es posible que no hayas estudiado Economía? ¿Cómo es posible que no sepas Derecho? Te puedes retirar de la política y quedarte de profesor, pero si vas a seguir en política, tú tienes que saber, si no es una irresponsabilidad total. Eres un enemigo público, ¿sabes?'.

Yo soy muy consciente de que soy un chalao

Escohotado mira de reojo la piscina: «Ahora me voy a quedar sin la puta piscina, me voy a cagar en tu padre». Le apetece nadar pero sigue hablando y fumando. A veces cierra los ojos y parece que va apagarse, o desaparecer tras el humo, como un mago, o la bruja malvada del Oeste, dejando sólo la camisa y el anillo rojo.

¿Dónde se ve dentro de 100 años?
En ninguna parte, afortunadamente, espero dormirme y no despertar. Si despertase me alegraré mucho de estar con mi hijo y con mis padres a quienes tanto quiero. No tengo ningún miedo al infierno, creo que temer al infierno es propio de personas culpables, allá ellos, yo me culpo de haber matado una rata, aquí en Ibiza.
¿Qué dice?
A un animal. Yo no quería matarlo, pero insistieron mi mujer y mis hijos. Me culpo de eso, sí.
¿Hace cuánto?
Cuarenta años.
Pero hombre, ¿se me acuerda ahora de la rata que mato hace 40 años?
Me lo recuerdo y me remuerde la conciencia.
No es verdad.
Es verdad. Me remuerde la conciencia haber matado aquel pobre animal a escobazos.
Pero, don Antonio, si se acaba de comer una langosta.
Me duele, me duele matar a la langosta que nos comimos. He llegado a un momento en el que la vida es una unidad inseparable.
Bueno, en el fondo la langosta vive dentro de usted.
Sí, vive dentro de mí, y yo le tengo respeto a la langosta y creo que la langosta me tiene respeto a mí también de alguna manera, y por eso hemos llegado a coexistir, hasta que yo maté a la langosta ordenando que se convirtiera en caldereta. Pero no me remuerde como me remuerde aquella gran rata.
Joder.
Eso es lo que me remuerde realmente, así a primera vista, y no de ahora, de hace muchos años, cuando me toque la Parca me va a decir, ¿qué hiciste con la rata?
Me sorprendería menos que se le apareciese la Parca a que le preguntara por la rata.
Muchacho, yo soy un chalao, no te olvides. Yo soy muy consciente de que soy un chalao
Fuente: elmundo.es

martes, 11 de agosto de 2020

Hoy, tristemente, sigue de actualidad uno de los grandes artículos escritos por el Profesor Arturo Pérez- Reverte en el año 2015

                                  

Los godos del emperador Valente

D. Arturo Pérez - Reverte 

Patende de corso, 13/9/2015

 

 En el año 376 después de Cristo, en la frontera del Danubio se presentó una masa enorme de hombres, mujeres y niños. Eran refugiados godos que buscaban asilo, presionados por el avance de las hordas de Atila. Por diversas razones -entre otras, que Roma ya no era lo que había sido- se les permitió penetrar en territorio del imperio, pese a que, a diferencia de oleadas de pueblos inmigrantes anteriores, éstos no habían sido exterminados, esclavizados o sometidos, como se acostumbraba entonces. En los meses siguientes, aquellos refugiados comprobaron que el imperio romano no era el paraíso, que sus gobernantes eran débiles y corruptos, que no había riqueza y comida para todos, y que la injusticia y la codicia se cebaban en ellos. Así que dos años después de cruzar el Danubio, en Adrianópolis, esos mismos godos mataron al emperador Valente y destrozaron su ejército. Y noventa y ocho años después, sus nietos destronaron a Rómulo Augústulo, último emperador, y liquidaron lo que quedaba del imperio romano.

Y es que todo ha ocurrido ya. Otra cosa es que lo hayamos olvidado. Que gobernantes irresponsables nos borren los recursos para comprender. Desde que hay memoria, unos pueblos invadieron a otros por hambre, por ambición, por presión de quienes los invadían o maltrataban a ellos. Y todos, hasta hace poco, se defendieron y sostuvieron igual: acuchillando invasores, tomando a sus mujeres, esclavizando a sus hijos. Así se mantuvieron hasta que la Historia acabó con ellos, dando paso a otros imperios que a su vez, llegado el ocaso, sufrieron la misma suerte. El problema que hoy afronta lo que llamamos Europa, u Occidente (el imperio heredero de una civilización compleja, que hunde sus raíces en la Biblia y el Talmud y emparenta con el Corán, que florece en la Iglesia medieval y el Renacimiento, que establece los derechos y libertades del hombre con la Ilustración y la Revolución Francesa), es que todo eso -Homero, Dante, Cervantes, Shakespeare, Newton, Voltaire- tiene fecha de caducidad y se encuentra en liquidación por derribo. Incapaz de sostenerse. De defenderse. Ya sólo tiene dinero. Y el dinero mantiene a salvo un rato, nada más.
Pagamos nuestros pecados. La desaparición de los regímenes comunistas y la guerra que un imbécil presidente norteamericano desencadenó en el Medio Oriente para instalar una democracia a la occidental en lugares donde las palabras Islam y Rais -religión mezclada con liderazgos tribales- hacen difícil la democracia, pusieron a hervir la caldera. Cayeron los centuriones -bárbaros también, como al fin de todos los imperios- que vigilaban nuestro limes. Todos esos centuriones eran unos hijos de puta, pero eran nuestros hijos de puta. Sin ellos, sobre las fronteras caen ahora oleadas de desesperados, vanguardia de los modernos bárbaros -en el sentido histórico de la palabra- que cabalgan detrás. Eso nos sitúa en una coyuntura nueva para nosotros pero vieja para el mundo. Una coyuntura inevitablemente histórica, pues estamos donde estaban los imperios incapaces de controlar las oleadas migratorias, pacíficas primero y agresivas luego. Imperios, civilizaciones, mundos que por su debilidad fueron vencidos, se transformaron o desaparecieron. Y los pocos centuriones que hoy quedan en el Rhin o el Danubio están sentenciados. Los condenan nuestro egoísmo, nuestro buenismo hipócrita, nuestra incultura histórica, nuestra cobarde incompetencia. Tarde o temprano, también por simple ley natural, por elemental supervivencia, esos últimos centuriones acabarán poniéndose de parte de los bárbaros.
A ver si nos enteramos de una vez: estas batallas, esta guerra, no se van a ganar. Ya no se puede. Nuestra propia dinámica social, religiosa, política, lo impide. Y quienes empujan por detrás a los godos lo saben. Quienes antes frenaban a unos y otros en campos de batalla, degollando a poblaciones enteras, ya no pueden hacerlo. Nuestra civilización, afortunadamente, no tolera esas atrocidades. La mala noticia es que nos pasamos de frenada. La sociedad europea exige hoy a sus ejércitos que sean oenegés, no fuerzas militares. Toda actuación vigorosa -y sólo el vigor compite con ciertas dinámicas de la Historia- queda descartada en origen, y ni siquiera Hitler encontraría hoy un Occidente tan resuelto a enfrentarse a él por las armas como lo estuvo en 1939. Cualquier actuación contra los que empujan a los godos es criticada por fuerzas pacifistas que, con tanta legitimidad ideológica como falta de realismo histórico, se oponen a eso. La demagogia sustituye a la realidad y sus consecuencias. Detalle significativo: las operaciones de vigilancia en el Mediterráneo no son para frenar la emigración, sino para ayudar a los emigrantes a alcanzar con seguridad las costas europeas. Todo, en fin, es una enorme, inevitable contradicción. El ciudadano es mejor ahora que hace siglos, y no tolera cierta clase de injusticias o crueldades. La herramienta histórica de pasar a cuchillo, por tanto, queda felizmente descartada. Ya no puede haber matanza de godos. Por fortuna para la humanidad. Por desgracia para el imperio.
Todo eso lleva al núcleo de la cuestión: Europa o como queramos llamar a este cálido ámbito de derechos y libertades, de bienestar económico y social, está roído por dentro y amenazado por fuera. Ni sabe, ni puede, ni quiere, y quizá ni debe defenderse. Vivimos la absurda paradoja de compadecer a los bárbaros, incluso de aplaudirlos, y al mismo tiempo pretender que siga intacta nuestra cómoda forma de vida. Pero las cosas no son tan simples. Los godos seguirán llegando en oleadas, anegando fronteras, caminos y ciudades. Están en su derecho, y tienen justo lo que Europa no tiene: juventud, vigor, decisión y hambre. Cuando esto ocurre hay pocas alternativas, también históricas: si son pocos, los recién llegados se integran en la cultura local y la enriquecen; si son muchos, la transforman o la destruyen. No en un día, por supuesto. Los imperios tardan siglos en desmoronarse.
Eso nos mete en el cogollo del asunto: la instalación de los godos, cuando son demasiados, en el interior del imperio. Los conflictos derivados de su presencia. Los derechos que adquieren o deben adquirir, y que es justo y lógico disfruten. Pero ni en el imperio romano ni en la actual Europa hubo o hay para todos; ni trabajo, ni comida, ni hospitales, ni espacios confortables. Además, incluso para las buenas conciencias, no es igual compadecerse de un refugiado en la frontera, de una madre con su hijo cruzando una alambrada o ahogándose en el mar, que verlos instalados en una chabola junto a la propia casa, el jardín, el campo de golf, trampeando a veces para sobrevivir en una sociedad donde las hadas madrinas tienen rota la varita mágica y arrugado el cucurucho. Donde no todos, y cada vez menos, podemos conseguir lo que ambicionamos. Y claro. Hay barriadas, ciudades que se van convirtiendo en polvorines con mecha retardada. De vez en cuando arderán, porque también eso es históricamente inevitable. Y más en una Europa donde las élites intelectuales desaparecen, sofocadas por la mediocridad, y políticos analfabetos y populistas de todo signo, según sopla, copan el poder. El recurso final será una policía más dura y represora, alentada por quienes tienen cosas que perder. Eso alumbrará nuevos conflictos: desfavorecidos clamando por lo que anhelan, ciudadanos furiosos, represalias y ajustes de cuentas. De aquí a poco tiempo, los grupos xenófobos violentos se habrán multiplicado en toda Europa. Y también los de muchos desesperados que elijan la violencia para salir del hambre, la opresión y la injusticia. También parte de la población romana -no todos eran bárbaros- ayudó a los godos en el saqueo, por congraciarse con ellos o por propia iniciativa. Ninguna pax romana beneficia a todos por igual. Y es que no hay forma de parar la Historia. «Tiene que haber una solución», claman editorialistas de periódicos, tertulianos y ciudadanos incapaces de comprender, porque ya nadie lo explica en los colegios, que la Historia no se soluciona, sino que se vive; y, como mucho, se lee y estudia para prevenir fenómenos que nunca son nuevos, pues a menudo, en la historia de la Humanidad, lo nuevo es lo olvidado. Y lo que olvidamos es que no siempre hay solución; que a veces las cosas ocurren de forma irremediable, por pura ley natural: nuevos tiempos, nuevos bárbaros. Mucho quedará de lo viejo, mezclado con lo nuevo; pero la Europa que iluminó el mundo está sentenciada a muerte. Quizá con el tiempo y el mestizaje otros imperios sean mejores que éste; pero ni ustedes ni yo estaremos aquí para comprobarlo. Nosotros nos bajamos en la próxima. En ese trayecto sólo hay dos actitudes razonables. Una es el consuelo analgésico de buscar explicación en la ciencia y la cultura; para, si no impedirlo, que es imposible, al menos comprender por qué todo se va al carajo. Como ese romano al que me gusta imaginar sereno en la ventana de su biblioteca mientras los bárbaros saquean Roma. Pues comprender siempre ayuda a asumir. A soportar. 
La otra actitud razonable, creo, es adiestrar a los jóvenes pensando en los hijos y nietos de esos jóvenes. Para que afronten con lucidez, valor, humanidad y sentido común el mundo que viene. Para que se adapten a lo inevitable, conservando lo que puedan de cuanto de bueno deje tras de sí el mundo que se extingue. Dándoles herramientas para vivir en un territorio que durante cierto tiempo será caótico, violento y peligroso. Para que peleen por aquello en lo que crean, o para que se resignen a lo inevitable; pero no por estupidez o mansedumbre, sino por lucidez. Por serenidad intelectual. Que sean lo que quieran o puedan: hagámoslos griegos que piensen, troyanos que luchen, romanos conscientes -llegado el caso- de la digna altivez del suicidio. Hagámoslos supervivientes mestizos, dispuestos a encarar sin complejos el mundo nuevo y mejorarlo; pero no los embauquemos con demagogias baratas y cuentos de Walt Disney. Ya es hora de que en los colegios, en los hogares, en la vida, hablemos a nuestros hijos mirándolos a los ojos.    
Fuente: http://www.perezreverte.com
Patende de corso.

sábado, 20 de junio de 2020

Activistas escriben "bastardo" sobre la estatua de Cervantes en el Golden Gate Park de San Francisco

Si tuviéramos un gobierno decente y no la bazofia que tenemos, España tendría que llamar a consultas al embajador de nuestro país en los EE.UU y convocar al embajador de los EE.UU en España para presentar una protesta formal sobre los ataques a estatuas de grandes figuras de la historia de España, como Cervantes, Colón, Fray Junípero Serra, etc.. , y pedir explicaciones al gobierno de los EE.UU sobre lo que está ocurriendo.
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La estatua de Miguel de Cervantes profanada en San Francisco, California DAVID ZANDMAN REUTERS
        
El Golden Gate Park de la ciudad de San Francisco y la ciudad de Ventura, en California, han sido en las últimas horas escenario de un capítulo más del revisionismo histórico que impera estos días en Estados Unidos.
A raíz de las tensiones raciales tras el asesinato de George Floyd en Minneapolis y de Rayshard Brooks en Atlanta unos días después, la estatuafobia se ha convertido en una forma más de reivindicación que pretende destruir los símbolos que puedan asociarse a la represión racial.
En las últimas horas dos de los monumentos afectados han sido la estatua del misionero español y franciscano Fray Júnipero Serra, en Ventura, y la del escritor Miguel de Cervantes, en San Francisco. La primera ha sido derribada mientras que en la segunda han aparecido pintadas de símbolos fascistas y el insulto "bastard" (bastardo, en inglés).
Las imágenes han sido difundidas en redes sociales y desde el Hispanic Council, un think tank independiente que promueve las relaciones entre España y en EEUU, ha sido uno de los primeros en lamentar los hechos. "Asistimos con trsiteza al derribo de la estatua de Fray Junípero Serra. Lejos de ser un "genocida" o un racista este franciscano mallorquín representó todo lo contrario", han expresado en su cuenta de Twitter.
La organización se ha pronunciado también acerca de las pintadas sobre la estatua de Miguel de Cervantes. "En un nuevo sinsentido también vemos un busto de Miguel de Cervantes atacado en San Francisco. La cultura, idioma, historia y herencia hispana deben ser defendidas y respetadas".
También el ministro de Cultura y Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes, ha reaccionado ante lo sucedido acusando de "revisionismo pueril" a quienes atentan contra estatuas e imágenes de españoles como Cervantes o Fray Junípero Serra.
"Me resulta incomprensible el ataque a las imágenes de Cervantes, Fray Junípero Serra o tantos otros. La razón es siempre razón histórica, contextualizada. Lamento y condeno este revisionismo pueril, simplificador y dogmático. Pena. Mucha pena", escribió el ministro en su perfil de Twitter.


La estatua de Fray Junípero Serra, en el suelo tras ser derribada
La estatua de Fray Junípero Serra, en el suelo tras ser derribadaREUTERS
Fuente : www.elmundo.es

sábado, 6 de junio de 2020

Coronel Pérez de los Cobos: "Nos estamos jugando la separación de poderes y el Estado de Derecho"


"Soy consciente de que nos estamos jugando algo mucho más importante que mi destitución: el mantenimiento de la separación de poderes y el Estado de Derecho en España". Con estas palabras ha valorado el coronel Diego Pérez de los Cobos en los últimos días su destitución como jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid por parte del Ministerio del Interior el pasado 25 de mayo, según las distintas fuentes consultadas por EL MUNDO. Para el coronel, se trata de una grave injerencia del departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska en la función de la Policía Judicial, que ha desembocado en su "injusta, inhumana, ilegal y arbitraria" destitución.
Pérez de los Cobos interpreta lo ocurrido como un ataque a la línea de flotación del cumplimiento de la ley en nuestro país. Se refiere así a la causa directa de su cese fulminante: haberse negado a informar al Gobierno de la investigación sobre la manifestación del 8-M, encabezada por varios ministros en plena epidemia de la Covid-19.
Tanto de forma verbal como por escrito a través de llamadas telefónicas y mensajes, el ya ex responsable de la Guardia Civil en Madrid ha compartido con su círculo más próximo su parecer sobre su relevo por negarse a desvelar detalles de la investigación en curso en el Juzgado de Instrucción número 51 de Madrid, que mantiene en jaque al Ejecutivo de Pedro Sánchez.
Pérez de los Cobos ha reconstruido ante sus más allegados la secuencia de su destitución que, tal y como revelan a este periódico varias personas que han estado en contacto directo con él, todavía asegura no creerse.
Se lamenta de que las formas empleadas por el Ministerio del Interior han sido "muy malas, injustas y humillantes", pero recalca que, a partir de ahora, va a tener "cautela" con los pasos que vaya a ir dando, y no quiere realizar ningún tipo de declaración pública sobre lo sucedido.
Mientras tanto, su defensa prepara ya la interposición de un recurso de alzada ante el Ministerio de Interior, que tendrá que resolver el propio ministro Fernando Grande-Marlaska.
Pérez de los Cobos ha relatado a sus más cercanos que la primera llamada que recibió fue la de su superior directo, el general José Antonio Berrocal, que la tarde del domingo 24 de mayo le telefoneó para preguntarle por el informe sobre el 8-M que acababa de presentar en el juzgado la Comandancia de la Guardia Civil en Madrid actuando como Policía Judicial.
El ministro Fernando Grande-Marlaska (dcha.) habla con el presidente, Pedro Sánchez, en el Senado.
El ministro Fernando Grande-Marlaska (dcha.) habla con el presidente, Pedro Sánchez, en el Senado.POOL
El contenido de dicho documento había sido avanzado por El Confidencial días antes. La información afirmaba que la Guardia Civil señalaba directamente a Fernando Simón, director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, como posible responsable de ilícitos penales por haber permitido la manifestación multitudinaria del Día de la Mujer y haber prohibido en cambio otras concentraciones en esas fechas, como un congreso de la Iglesia Evangélica en la Caja Mágica de Madrid.
Pérez de los Cobos contestó a las primeras de cambio a Berrocal que "no tenía ni idea" del informe del que le hablaba. E insiste a su entorno en que no mintió a su superior cuando recibió la llamada. "Ni sabía que había sido presentado ese informe, ni lo tenía ni podía haberlo facilitado si lo hubiera tenido", razona todavía con incredulidad el coronel.
La segunda llamada que recibió fue la del general Fernando Santafé, jefe del Mando de Operaciones de la Guardia Civil, que le reclamó directamente el contenido del documento.
"¿Me puedes decir qué dice el informe?", le requirió, según su relato. La contestación de De los Cobos es la que repite casi de forma machacona: "Ni lo tenía, ni se lo podía decir, ni iba a preguntarlo".
En el seno de la Guardia Civil se cuestiona severamente a Santafé por haber planteado esa exigencia al coronel De los Cobos y haber cooperado en la estrategia puesta en marcha por el Ministerio del Interior. El general Santafé fue destituido por Marlaska dos días después de Pérez de los Cobos, el miércoles 27 de mayo.
La directora general de la Guardia Civil, María Gámez, en su toma de posesión, en 2019.
La directora general de la Guardia Civil, María Gámez, en su toma de posesión, en 2019.
Tal y como aseguran a este periódico otras fuentes muy próximas a Pérez de los Cobos, la siguiente llamada fue la de la directora general de la Guardia Civil, María Gámez. La conversación duró unos 15 minutos y en ella el coronel volvió a negar a la máxima responsable política del Instituto Armado tener conocimiento alguno del contenido del informe sobre el 8-M. "¿Cómo puedo informar de algo que no conozco?", explicó Pérez de los Cobos. "Si esa es la contestación, está usted cesado", respondió Gámez.
Asimismo, Pérez de los Cobos ha transmitido a sus allegados que respondió que no podía creer lo que estaba pasando y que "lo último que se podía imaginar" es que se le destituyera de esa forma. Argumentó en el marco de esa acalorada conversación que lo que estaba escuchando al otro lado del teléfono era "totalmente injusto, inhumano, ilegal y arbitrario". Pero pronosticó, además, que iba a generar "una crisis de Gobierno".
Entre todas esas llamadas que intentaban presionarle para que facilitara información del procedimiento judicial que afecta al Gobierno, De los Cobos llamó a varios superiores para contarles incrédulo lo que le estaba sucediendo.
No en vano, le estaban pidiendo que cometiera una ilegalidad que podría llegar a ser constitutiva de un delito de descubrimiento o revelación de secretos, tipificado en el Código Penal.
Fuentes internas de la Guardia Civil precisan que la propuesta de cese fue remitida por la directora general a las 22.14 horas de ese mismo domingo 24 de mayo y que la respuesta de la Secretaría de Estado de Interior tardó solo cinco minutos en ser enviada. La secuencia denota una perfecta sincronización entre el Ejecutivo y Gámez.
El coronel Diego Pérez de los Cobos, en el juicio del 'procés', en marzo de 2019.
El coronel Diego Pérez de los Cobos, en el juicio del 'procés', en marzo de 2019.POOL
Pese a la destitución fulminante, todavía se produjo un intento durante la mañana siguiente por parte del núcleo duro de la Guardia Civil para que Moncloa revirtiese la situación. La respuesta fue negativa y se comunicó por parte del Gobierno que se respaldaba sin fisuras la decisión del Ministerio del Interior.
La propuesta de cese especificó por escrito el mismo motivo que se esgrimió en la secuencia de llamadas descrita. Esto es, que se debía a no haber informado de las actuaciones llevadas a cabo en el Juzgado de Instrucción 51 de Madrid. Concretamente, del "desarrollo de investigaciones y actuaciones de la Guardia Civil, en el marco operativo y de Policía Judicial, con fines de conocimiento".
Este documento contradice la versión dada por el ministro del Interior, que aseguró en sede parlamentaria que la destitución de Pérez de los Cobos se produjo en el marco de una simple reestructuración de equipos. Esta prueba hace que, como reflexionan personalidades muy próximas a Interior, "hayamos pasado de la convicción moral de que el ministro mentía a la convicción documental".
Con el cese de Pérez de los Cobos parece cumplirse además lo que algunos ya denominan como "la maldición del procés", debido a que varios de los personajes clave en el procedimiento contra los líderes del 1-O han acabado siendo purgados por el Gobierno de Pedro Sánchez.
Le ocurrió primero al ex responsable de la Sección Penal de la Abogacía del Estado, el actual diputado de Ciudadanos, Edmundo Bal, que defendió un delito de rebelión por parte de los líderes independentistas y se negó a firmar la acusación por sedición que quiso imponer el Ejecutivo.
Luego fue purgada con mayor sigilo la abogada del Estado jefa de Hacienda, Carmen Tejera, pieza clave para aquilatar la acusación de malversación contra los cabecillas del 1-O. Junto a todos ellos también fue relevado por Marlaska el jefe de la UCO, Manuel Sánchez Corbí, figura clave en la lucha contra la corrupción política durante los últimos años, cuya unidad fue decisiva, por ejemplo, en destapar la trama del 3% en Cataluña.
El coronel Pérez de los Cobos (dcha.), en la reunión mantenida con el Govern de Carles Puigdemont con motivo del 1-O, en 2017.
El coronel Pérez de los Cobos (dcha.), en la reunión mantenida con el Govern de Carles Puigdemont con motivo del 1-O, en 2017.
Ahora le ha tocado el turno al coronel que coordinó a las Fuerzas de Seguridad en Cataluña durante el referéndum ilegal del 1 de octubre. Su declaración en el juicio fue clave para demostrar la deslealtad de los Mossos d'Esquadra el día de las votaciones, motivo por el que varios dirigentes políticos han celebrado ahora públicamente su cese.
Por ejemplo, el presidente del grupo de Unidas Podemos en el Congreso, Jaume Asens, que ha dicho que la destitución de Pérez de los Cobos "era una exigencia de higiene democrática desde el 1 de octubre de 2017". "Pérez de los Cobos no merece ser destituido, merece ser juzgado", dijo por su parte el diputado de ERCGabriel Rufián.
De ahí que en el círculo más cercano al coronel encuadren también la polémica destitución como "un peaje" más que el Gobierno ha tenido que pagar a las fuerzas independentistas.
El prestigio de Pérez de los Cobos dentro de la Guardia Civil es incuestionable. El coronel destituido, antaño asesor de ministros del PP y del PSOE, es a juicio de algunos de sus compañeros "un toro bravo que se crece ante la adversidad".
Al conocer el cese, su hija escribió en redes sociales que "hay destituciones que son medallas de honor". "Ojalá existieran más valientes" como su padre, destacó. Él se siente orgulloso por el trabajo realizado y mide con frialdad los siguientes pasos.

Las claves

Injerencia
Para el coronel, el intento del Gobierno de conocer el informe de la investigación sobre el 8-M es una grave injerencia política en la función de la Policía Judicial
Desaire
Pérez de los Cobos se lamenta de que las formas empleadas con él por Interior han sido "muy malas, injustas y humillantes"
Primera llamada
Ha explicado que recibió tres llamadas el domingo 24 de mayo. La primera, del general José Antonio Berrocal, al que respondió que «no tenía ni idea» sobre el informe del 8-M. "Ni sabía que había sido presentado, ni lo tenía, ni podía haberlo facilitado si lo hubiera tenido"
Segunda llamada
La segunda llamada fue del general Fernando Santafé, que insistió en conocer el informe. Según Pérez de los Cobos, su respuesta fue la misma: "Ni lo tenía, ni se lo podía decir, ni iba a preguntarlo".
Tercera llamada
La última fue la llamada de la directora general de la Guardia Civil, María Gámez, que volvió a preguntar por el informe. "¿Cómo puedo informar de algo que no conozco?", dijo el coronel. "Si esa es la contestación, está usted cesado", respondió Gámez

Fuente:www.elmundo.es

Juan José Laborda: "Los adversarios de la Monarquía tampoco aceptan la existencia de España"

Historiador, periodista, profesor... y político. Juan José Laborda (Bilbao, 1947) asiste con desencanto al choque partidista tan alejado del sentido de Estado de la Transición en la que él dio sus primeros pasos en política antes de asumir cargos como la presidencia del Senado. Son muy valiosas sus reflexiones sobre la Corona como director que es de la cátedra de Monarquía Parlamentaria de la Universidad Rey Juan Carlos


Recientemente, en una mesa redonda virtual usted lamentaba que una crisis como la de la pandemia ha puesto de relieve la falta de líderes globales.
La pandemia ha culminado la tendencia involutiva del multilateralismo que se hizo patente en el desdichado acuerdo o cumbre de las Azores de marzo de 2006, en el que Bush Jr, Blair, Durao Barroso y Aznar violentaron el orden mundial creado por los vencedores de la Segunda Guerra Mundial. Hay algún paralelismo entre nuestra actual situación geopolítica y la primera mitad del siglo XX: entonces y hoy nadie que puede quiere ordenar la globalización. Al comenzar del siglo XX, Gran Bretaña, que era el Estado clave, declinó esa responsabilidad, que venía ejerciendo desde Utrecht en 1713, cuando sustituyó a España. Hoy se está regresando a la política básicamente de Estado-nación, y todas las instituciones multilaterales que forman el orden mundial -la ONU, la OTAN, la UE, y a otro nivel, la Organización Mundial de la Salud, etcétera- están amenazadas de extinción.
¿Es de los que piensan que lo que está sucediendo va a dar alas al populismo, o todo lo contrario?
El populismo de derecha y de izquierda estará presente cada vez más si no se adopta una estrategia política que supere el viejo espacio del Estado-nación.
¿Qué valoración le merece la gestión política que se está haciendo en España de la pandemia?
La gestión gubernamental ha ido dando respuestas sobre la marcha, de parecida forma a otros países europeos. Pero la polarización política ha hecho imposible cualquier colaboración, con excepciones, como Castilla y León y algunos ayuntamientos. Es tremendo que exista odio político. Todos los problemas son así mucho peores. Nuestro sistema político nació por el consenso, y funciona sólo con el consenso.
¿Y cómo está viendo el papel de la oposición?
Me temo que el debate que se traen el Gobierno y la oposición sobre la situación actual es la triste demostración del agotamiento de su política. La opinión pública quiere acuerdos, el consenso es imprescindible dados los tremendos problemas económicos y sociales que se abren ante nosotros. ¿No es vital que los dirigentes de partidos identificados con la Constitución hagan punto y aparte en sus enemistades, y se decidan a poner a salvo nuestro sistema político, y a salvarse ellos mismos como fuerzas políticas del futuro? Vivimos una época que yo digo que no tiene nombre. La época contemporánea que empezó con las revoluciones americana y francesa terminó en 1989 cuando cayó la Unión Soviética. Hoy para afirmar electoralmente unas diferencias políticas que no existen, se exacerban esas diferencias. Pero habrá que recordar que la democracia es incompatible con considerar al rival como enemigo. Todo esto nos lleva al populismo y a la perdida de calidad democrática.
Usted vivió de forma activa en política la Transición. Cuando hoy escucha hablar de golpismo, de guerracivilismo, de fascismo..., ¿qué siente?
Siento temor y un gran aburrimiento.
¿Cree que es acertado prolongar tanto tiempo el estado de alarma, había que haber explorado otras alternativas legales?
Si hubiese existido voluntad de colaboración, voluntad de acuerdos, se podrían haber encontrado soluciones compartidas. Sólo el consenso nos da la respuesta a la solución del dilema entre la economía y la salud. Porque, efectivamente, tenemos que dar respuesta a esos dos factores a la vez.
Con esta crisis se ha visto que, efectivamente, España es un país muy descentralizado, pero no tenemos algunas de las estructuras de coordinación que caracterizan a los países federales, como Alemania.
Falta reformar el Senado. Entre 1994 y 1998 estuvimos a punto. Pero en 1998 llegó un tiempo de plomo, la destrucción de cualquier acuerdo entre el PP y el PSOE, y con el tiempo pasado, todo está peor. No tiene sentido que las Comunidades Autónomas se relacionen con el Estado sólo a través de los partidos políticos. Deberían relacionarse a través de instituciones como el Senado. Con una consecuencia fatal: la cada vez más intensa tensión de las Comunidades Autónomas con el Estado. La crisis entre Cataluña y España, como en su día entre el País Vasco y España, son en gran parte tensiones entre partidos. En Euskadi el sistema de partidos políticos no se destruyó, porque el PNV es el único partido que tiene un doble liderazgo. Cuando el lehendakari era Ibarretxe, ¿quién era el líder orgánico del PNV? Josu Jon Imaz. Está dicho todo. En Cataluña, el sistema de partidos catalán está muy averiado. Y en el País Vasco, después de la crisis con Ibarretxe, por contraste, se ha vuelto a lo de siempre.
Estas semanas se suceden las reuniones del Gobierno con los presidentes de todas las comunidades. Pero poco éxito tuvo la petición de que la coordinación autonómica se desarrollara en el Senado, casa que usted conoce tan bien... ¿Aceptarían los nacionalistas que fuera de verdad una cámara de representación territorial?
Déjeme que le recuerde lo que pasó hace poco, en medio de esta pandemia. El PNV apoyó al PP para que se reuniera la Comisión General de las Comunidades Autónomas. Esa Comisión es la única institución en la que están juntos el presidente del Gobierno, los presidentes de las Comunidades y todos los senadores elegidos por los parlamentos autonómicos. Fue mi obra de 1994. Que el PNV convocara la Comisión era un hecho histórico: nunca jamás había sucedido, pues el PNV nunca reconoció esa Comisión senatorial, que fue tanto como reconocer que Euskadi es España. El PSOE no entendió la importancia de lo que estaba pasando. La vicepresidenta socialista declaró que esa convocatoria era innecesaria, porque el Gobierno ya estaba controlado por la Comisión de Sanidad del Congreso. La Comisión del Senado no controla, bajo ningún concepto, a los distintos gobiernos. Esa Comisión hubiera podido crear una colaboración entre gobiernos, que se ha echado en falta en estos cruciales momentos. El 30 de abril se reunió la Comisión senatorial. Sólo participaron cinco presidentes autonómicos, todos del PP. Y el PNV estuvo ausente. Fue una oportunidad perdida. Es necesario un acuerdo entre el PSOE y el PP, y los demás partidos constitucionales, para sacar la política territorial del Congreso y de la lógica morbosa de los partidos.
El Senado nunca había desempeñado un papel tan relevante como con la aplicación del 155.
El Senado es la criatura peor hecha de toda la Constitución. Que la única función realmente territorial sea intervenir las Comunidades Autónomas, es indicativo.
¿Cómo ve el debate territorial y en concreto el conflicto en Cataluña?
Creo que Cataluña no será independiente. La UE no aceptará nunca esa y cualquiera otra secesión de un Estado miembro. ¿Pero qué pasaría si la UE se descompone? Volverían los Estados nación, y la Historia nos enseña que el Estado español sería inflexible manteniendo la soberanía. Ahora bien, existe una fractura profunda dentro de Cataluña y los independentistas mantendrán por mucho tiempo un empate de lealtades con la idea de España. A esto habrá que dar una respuesta. Deberá ser prolongada en el tiempo. Desde luego pasa por aplicar el método del consenso del que he hablado. Es necesaria una comunicación entre la sociedad civil catalana y sus correspondientes en España y en Europa. Y, por último, resumo mucho mi pensamiento, falta inventar una acción y un lenguaje nuevos, de nítido contenido moral, con un componente nuevo en el que, además de afirmar los valores del liberalismo clásico -mezcla de Ortega y Gasset y el de George Orwell, por ejemplo-, encuentre impulso en afirmar ideas comunitarias, y en ese sentido, se abre a la acción común con individuos y grupos religiosos, activos en un ecumenismo que es cosmopolitismo.
Como figura del socialismo que ha sido, ¿qué sintió con el acuerdo entre el PSOE, Podemos y Bildu?
Dos consideraciones. Con el sistema de las primarias, no puede haber control del partido sobre el dirigente máximo. El acuerdo de derogar la ley laboral se hizo sin que nadie del Gobierno ni del partido lo conociera. Y ese documento destruía una técnica de acuerdos sociales, entre Gobierno, patronal y sindicatos, que forma parte de la constitución no escrita de esta democracia. En cuanto a Bildu y su pésimo estilo de escribir acuerdos, chirría al buen gusto... ¡Ufff!
¿Qué valoración hace de la coalición de Gobierno entre PSOE y Podemos en estos meses?
No me gustó, lo dije. También escribí que me pareció obtusa la negativa, la misma noche electoral, de Pablo Casado a estudiar la situación de España con el PSOE. Es insistente el rumor de que Iglesias podría dejar el Gobierno si no se puede cumplir el programa pactado antes de la recesión con la epidemia. Todo nos lleva a la inseguridad...
Usted dirige desde hace años una cátedra de Monarquía Parlamentaria. Permítame algunas preguntas sobre la Corona. ¿Qué opinión le mereció el comunicado de Don Felipe en el que se aparta de su padre tras el escándalo de sus cuentas opacas en el extranjero?
El Rey es un hijo que ama a su padre, pero tiene la severa responsabilidad de ser Estado, nada menos que su Jefe.
¿Cómo va a afectar a la institución todo lo que de unos años aquí se va sabiendo de Don Juan Carlos?
Influirá porque la Corona es una institución democrática y responde a las circunstancias, sean buenas o malas. No me cabe ninguna duda que Felipe VI fortalecerá una institución que es clave en nuestro Estado constitucional. La Corona no es un lujo de un antiguo país europeo. El que las monarquías parlamentarias europeas, incluyendo a la española, salgan en todos los índices de calidad democrática en los primeros puestos, por delante de repúblicas como la francesa o la norteamericana, no es una casualidad sino una causalidad. El rey parlamentario representa simbólicamente a todos los ciudadanos, no procede de una opción partidaria. Hoy encarnar los símbolos y la pluralidad social y política es lo que explica la superioridad de las jefaturas monárquicas. Desde luego es una paradoja histórica, lo mismo que saber que las leyes más avanzadas, por ejemplo, el matrimonio homosexual, se aceptaron mejor en las monarquías que en las repúblicas, incluso en laicas como la francesa.
¿Qué debe hacer Zarzuela para recuperar parte del prestigio perdido?
Lo está haciendo, de manera discreta, como es su obligación. El Rey no está en modo electoral como los políticos de nuestros días. La ejemplaridad del comportamiento público del Monarca es una muestra. Las medidas sobre la transparencia de la Casa Real son la concreción de esa discreción. Está llevando a cabo transformaciones que van por delante del resto del sistema público estatal. Ahora bien, afirmar el prestigio de las instituciones constitucionales es tarea de la sociedad civil, y especialmente del Parlamento y del Gobierno. Cuando escuché al vicepresidente Iglesias que ansiaba un Jefe del Estado que no vistiera uniforme militar, pensé que había mucho que hacer para los que somos monárquicos de la Constitución.
¿Cree que la Monarquía está tan en crisis como se lee estos días en algunos medios internacionales?
Crisis, según el significado médico, y también el significado histórico de Tucídides, es un momento de cambio en el estado normal del individuo o de la sociedad. La Monarquía está afectada por los cambios que venimos hablando.
¿Puede la Corona seguir ejerciendo el papel que le reserva la Constitución con un Parlamento cada vez más fragmentado en el que nacionalistas y fuerzas de izquierda han puesto al Rey en su diana?
Precisamente porque el Monarca parlamentario da la máxima confianza en un momento de ausencia de las certezas básicas, su función será cada vez más necesaria. Pero, no nos engañemos, los adversarios de la Monarquía no aceptan tampoco la Constitución, ni la existencia de España. Por eso afirmo que la Monarquía no es un lujo prescindible. Es la clave, la pieza esencial del edificio constitucional.
¿Le hizo bien a medio y largo plazo al Rey un mensaje como el que pronunció tras el 1-O?
Hizo lo que tenía que hacer. Defendió la Constitución con claridad, los derechos de los ciudadanos y especialmente, los derechos de los catalanes. Fue exquisito con Cataluña y con su autogobierno.
¿Es adecuada tanta sobreprotección de la Princesa de Asturias? ¿Y cómo valora el papel de la Reina?
Doña Letizia está educando a sus hijas de acuerdo con las exigencias del futuro. La Reina Leonor reinará en un mundo muy diferente que el de hoy. Algunas de las críticas que la Reina Letizia recibe responden a una visión de la representación pública bastante anticuada. Por eso será fundamental que los estudios futuros de la Princesa de Asturias tengan la calidad y la pluralidad que los tiempos obligan.
 
 Fuente :elmundo.es