En estos momentos de incertidumbre política y económica , cuando el estado a traves del gobierno y otras instituciones interviene cada vez más en la vida de los individuos , restringiendo su libertad día a día en aras de un supuesto " bien común" , queremos contribuir desde este blog a difundir los principios del liberalismo , cada vez más necesarios para conservar la libertad y la iniciativa como ciudadanos.

lunes, 19 de diciembre de 2022

López Obrador y su padre, Hernán Cortés - José García Domínguez


                                                                 José García Domínguez


Dicen los periódicos que el presidente de los Estados Unidos de México, el licenciado López Obrador, tiene un problema con el Rey de España. No es cierto. Porque con quien tiene un problema López Obrador, y muy serio además, no es con Felipe VI de España sino con el doctor Sigmund Freud de Viena. Como México encarna a día de hoy el modelo ideal y envidiable de una sociedad donde prácticamente no existe ningún problema colectivo de relevancia significativa, pues todos ellos han sido resueltos ya por sus gobernantes con eficacia inusitada, el presidente de la República ha decidido ocupar su mucho tiempo libre en disquisiciones antropológico-metafísicas sobre la genuina esencia ontológica de la nación que representa.

 Y parece ser que ha llegado a la conclusión de que los actuales pobladores del país, empezando por él mismo, resultan ser todos ellos vástagos de los aztecas y otras etnias indígenas autóctonas, careciendo el México actual, por tanto, de herencia o vínculo cultural de cualquier tipo que remita a parentesco alguno con España y lo español. Un paciente apellidado López, más blanco él que la nieve, extendido en un diván y explicando a su psiquiatra que, en realidad, es descendiente en línea directa de Moctezuma. Woody Allen podría haber hecho una película memorable con esa historia.

No, el problema de México no es con España, sino consigo mismo. El problema de México es con México. Y constituye el mismo tipo de disturbio esquizoide que también arrostraríamos nosotros, los españoles, si nos empeñásemos en negar que nuestro origen cultural e histórico como comunidad política está en el Imperio Romano, no en la tribu del portugués Viriato. Por lo demás, no se trata a estas alturas de ejercer de abogados defensores de Hernán Cortés ni de poner en duda sus acreditadas dotes de carnicero. De lo que se trata, por el contrario, es de señalar la evidencia, clamorosamente obvia por lo demás, de que los descendientes contemporáneos de Hernán Cortés son en su totalidad mexicanos, no españoles. Desprecie todo lo que quiera López al conquistador. Odie cuanto le plazca a España. Pero no olvide nunca López que Hernán Cortés fue su padre, no el nuestro.

Fuente: www.libertaddigital.com

- Seguir leyendo: https://www.libertaddigital.com/opinion/2022-12-18/jose-garcia-dominguez-lopez-obrador-y-su-padre-hernan-cortes-6968846/

martes, 13 de diciembre de 2022

NOS CREEMOS MUY LISTOS. - Fernando López Mirones


 

Comparto esta reflexión de López Mirones....
De cómo el cine vilipendia todo lo hispano
¡Óh, qué guapos eran los vikingos y qué malos los conquistadores!”profundidad histórica posmoderna del merluzo global imperante. 
 

 
 NOS CREEMOS MUY LISTOS.
 

Vikingos: “¡oh qué chéveres y pintones, los amo!”
Conquistadores españoles: “vinieron a robar”.
Nunca jamás los vikingos hicieron otra cosa que violar, asesinar, robar, torturar y destruir. No construyeron ni una choza en ningún lado. Fueron un pueblo genocida por naturaleza, violentos, incultos y crueles… sin embargo la gente del siglo XXI se peina como ellos, los imita, los venera y consume todo lo que recuerde a ellos solo porque hay series y películas en las cuales los actores elegidos son muy guapos. Ese es el nivel de profundidad de la percepción histórica de la gente actual. Lo mismo con los piratas. Nuestros hijos, a los que no permitiríamos disfrazarse de nazis, juegan en cambio a cowboys genocidas, normandos violadores y piratas asesinos ante nuestras risas. Pero el disfraz de Hernán Cortés no existe. Y no juzgo, solo digo que o todos o ninguno; pero ¿quién determinó que unos sí y otros no? Esta muy claro, el Globalitarismo anglosajón a través de la industria audiovisual que lleva más de un siglo intoxicando las mentes de los niños a través de las películas. Todo niño quiere ser el héroe guapo, basta con manipular el casting para que el resto de sus vidas sean anglófilos e hispanófobos, sobre todo los propios hispanos. Es muy triste, pero somos un primate visual.
 
Fuente : Facebook . Hispanoamericanistas.