En estos momentos de incertidumbre política y económica , cuando el estado a traves del gobierno y otras instituciones interviene cada vez más en la vida de los individuos , restringiendo su libertad día a día en aras de un supuesto " bien común" , queremos contribuir desde este blog a difundir los principios del liberalismo , cada vez más necesarios para conservar la libertad y la iniciativa como ciudadanos.

sábado, 29 de enero de 2022

Mariana, la francotiradora del barrio: "Disparar contra los rusos no es algo que queramos hacer, pero estamos preparados"


 En Ucrania hay unos 100.000 civiles entrenados para matar al invasor ruso si se decide a atacar 

 

 Mariana Zhaglo abre en bata la puerta de su piso e invita al periodista a descalzarse para no ensuciar el suelo con la nieve que cubre Kiev estos días. Pocos minutos después, sosteniendo su rifle de francotirador de mil euros impone la única condición de la entrevista: "Que no se vea la cocina en las fotos, está hecha un desastre".

Después de varios meses en los que ha aumentado el miedo a otra intervención de Moscú en Ucrania, en la ex república soviética hay ya unos 100.000 civiles entrenados para matar al invasor ruso si asoma por su barrio: "Disparar no es algo que queramos hacer, pero estamos preparados". No son soldados sino profesores, contables, médicos, arquitectos o desempleados. "Hay gente de todas las edades y condiciones", dice Mariana, de 52 años, que es técnico de marketing. El fusil de siete kilos que guarda detrás de la bicicleta estática fue diseñado para cazar. Ella no ha apuntado a un animal en su vida. Pero sí a blancos móviles durante las horas de instrucción de cada sábado.

"Decidí que, si iba a aprender a disparar bien, necesitaba mi propio fusil". Hace un año compró su rifle automático. En total Mariana Zhaglo se ha gastado unos 3.000 euros en su arma, su mirilla, un casco y equipo de camuflaje para el bosque y para la nieve.

Mientras Mariana habla, descansa en su regazo el modelo Zbroyar Z-15, definido por los especialistas como bueno a distancia y en combate convencional. Su acero negro es el último capítulo de su amarga ruptura con un pueblo del que una vez formó parte: "Crecí en la Unión Soviética, recuerdo [las organizaciones juveniles de] los pioneros, el Komsomol... éramos soviéticos, una sola nación, y nuestro enemigo era América". Cuando cayó la URSS, "se abrieron los archivos, y supimos sobre las actividades del [servicio de seguridad de Stalin] NKVD y la hambruna del Holodomor, y vimos que ellos [los rusos] no eran nuestros hermanos, y los últimos acontecimientos lo prueban", explica a EL MUNDO.

Cada semana sus amigas van el centro comercial. Ella perfora dianas y aprende a ponerse a cubierto en entrenamientos en las afueras de la ciudad. "Para mí como civil y mujer, que por lo tanto no ha hecho servicio militar, me costó entender cómo había que moverse, pero luego fui aprendiendo y perfeccioné en un curso de francotirador", cuenta desenroscando el silenciador que se ha comprado, con el que puede causar bajas fácilmente desde la ventana de la cocina de su piso de Kiev. Con buena puntería no se escapa nadie a 600 metros de ese potente cañón, dice la teoría. "Pero la práctica es fundamental, un mes sin entrenar y lo pierdes todo", advierte.

La idea de armarse la tuvo después de escuchar una conversación entre soldados sobre el mejor rifle. Entre sus amigos nadie habla de guerra. Pero Zhaglo recuerda que la amenaza de una invasión "ha estado presente de una forma u otra" desde aquel difícil 2014 en el que Moscú se anexionó la península de Crimea y respaldó la sublevación armada en el este. Está casada con un militar, ninguno de los dos tiene familia fuera de la capital ucraniana. Si los rusos atacan, ella no huirá a ninguna parte. "Mi intención, y la de mis compañeros, es proteger nuestra ciudad, aquí está mi casa, mi familia, mis hijos y mi deber es protegerlos".

No duda de que si comienza una guerra, esta vez "vendrán aquí. Kiev es el objetivo principal, no lo dudo". Por eso decidió unirse hace dos años a las Fuerzas de Defensa Territorial de Ucrania.

Hace meses también compró un casco, uniforme de camuflaje para la nieve, un chaleco antibalas, bolsas de municiones y botas. En su cocina guarda encurtidos y latas de pescado. También bastante munición. Suficiente para centrarse en el combate en los primeros días de un eventual asedio.
Una encuesta realizada en diciembre del año pasado por el Instituto de Sociología de Kiev asegura que casi el 60% de los hombres y casi un 13% de las mujeres están dispuestos a tomar las armas para defender a su país. "Tener una concentración de soldados rusos tan cerca de nuestras fronteras no es para alegrarse, pero ahora por lo menos estamos recibiendo armas del extranjero, lo cual es importante porque las guerras siempre son contra naciones débiles", dice Mariana mientras su gato pasea por encima del cañón. Se llama Kot ('gato' en ruso) y es él único ser vivo en la casa que no ve el peligro asomar por el este.

Fuente:www.elmundo.es

José Antonio Marina: "El concepto del deber ha sido expulsado de la escuela"


 El filósofo dice que "estamos fomentando en los niños un problema de falta de atención" y que "la inteligencia se amplía cuando el alumno aprende la tabla de multiplicar"

 

El filósofo, pedagogo y escritor José Antonio Marina (Toledo, 1939) sostiene que «no se está educando a los niños en la atención» debido a teorías psicológicas que priorizan la motivación sobre la voluntad y la responsabilidad. Advierte de que «el concepto del deber ha sido expulsado de la escuela» y que «decir que los alumnos deben estar motivados para aprender no ayuda a desarrollar la atención».

Frente a la moda pedagógica que está en contra de la memorización en la escuela, defiende que «la inteligencia se amplía cuando el alumno aprende de memoria la tabla de multiplicar». «La educación es la construcción de la memoria», recalca el autor del Libro blanco sobre la profesión docente, que considera que la ministra de Educación, Pilar Alegría, «no se ha tomado en serio» la reforma de la carrera de los profesores.

Ha dedicado buena parte de su trabajo a analizar cómo aprende el cerebro. ¿Qué prácticas observa en la escuela que van en una dirección diferente a la de la neurociencia?
Me sorprende que la educación esté manejando una psicología muy elemental en lo que tiene que ver con el aprendizaje. Uno de los grandes descubrimientos es que la memoria no es un mero almacén donde se guardan los conocimientos, sino que tiene una capacidad activa, está constantemente trabajando y es el núcleo de la inteligencia. La educación es la construcción de la memoria; no podemos hacer nada sin ella. Sin embargo, no se está educando la memoria en la escuela. La educación la ha desprestigiado. Me produce una irritación tremenda cuando se la relaciona con la lista de los Reyes Godos.
¿Por qué ha caído en desgracia la memoria?
Por la ignorancia de todos los gobiernos. Y por un tipo de psicología que ha dicho que el paradigma tradicional era malo y la llamada «escuela nueva» es buena, cuando se ha visto que para algunas cosas el modelo antiguo es mejor. La escuela tiene un lío psicológico y pedagógico muy serio.
¿Qué práctica escolar mejora la inteligencia del alumnado?
La inteligencia tiene dos niveles: la inteligencia generadora, que guarda y elabora información de forma inconsciente, y la inteligencia ejecutiva, donde se organizan los proyectos, se toman las decisiones y se dan órdenes a la generadora. En la escuela hay que desarrollar las dos. Se amplía la inteligencia cuando se adquieren hábitos; por ejemplo, cuando el alumno aprende de memoria la tabla de multiplicar o un idioma nuevo. Los hábitos de relación, de razonamiento y de mantener el esfuerzo van configurando el carácter de un niño. Además, hay que fortalecer las funciones ejecutivas. La falta de atención, la impulsividad, la hiperactividad o la dificultad para elaborar proyectos y mantenerlos son fallos en las funciones ejecutivas.
¿Observa un problema de falta de atención en los alumnos?
Sí, los alumnos están teniendo un problema de falta de atención. En primer lugar, porque están sometidos a estímulos cada vez más rápidos y numerosos. En segundo lugar, estamos fomentando en los niños una falta de atención por no educarla.
¿Cómo se educa la atención?
Si le pones a un niño una pantalla captas su atención espontánea, que es la de los animales, pero los humanos tenemos una atención voluntaria en las cosas que no nos interesan, que es la que debemos aprender a manejar. No lo estamos haciendo porque se nos ha cruzado otra mala herencia de la psicología: la excesiva importancia que da a la motivación. Se está afirmando que si un niño no está motivado no puede realizar una acción, cuando el progreso de la Humanidad radica en que podemos hacer cosas aunque no estemos motivados, simplemente porque es nuestro deber. Pero el concepto del deber también ha sido expulsado de la escuela. Y eso que es una estructura de la inteligencia.
La motivación es un estado emocional y la voluntad es una decisión consciente del individuo.
Si no se puede hacer algo sin motivación, se eliminan la voluntad, la responsabilidad y la libertad, porque la libertad se consigue obedeciendo primero. El niño tiene que obedecer al adulto porque así aprende a controlar su sistema nervioso. Poco a poco se amplían las funciones ejecutivas, que están residenciadas en el lóbulo frontal del cerebro, el que tarda más en madurar. Más adelante, será el niño el que se dé a sí mismo las órdenes. Una buena técnica es enseñar a los alumnos a obedecer su voz interna, pero esto no se está educando y se fomenta su impulsividad, que es la incapacidad de controlar los impulsos y la atención.
No es sólo en los niños, sino en los mayores, que cada vez nos cuesta más concentrarnos.
Los mayores también están perdiendo la atención. Es un fallo de las nuevas tecnologías, que nos están acostumbrando a mensajes muy cortos y rápidos. La atención, que es el combustible de todas las funciones cerebrales, es reducida, y tener que utilizarla para mensajes largos cansa. Por eso los controladores aéreos tienen descansos frecuentes. Y entonces el cerebro encuentra la solución: no gasta atención si realiza operaciones de forma automática. Una forma de educar la atención sería educar en el hábito de la atención voluntaria. Los hábitos, como he dicho, nos permiten ampliar la inteligencia.
¿Cuánto tiempo pueden estar los adolescentes manteniendo la atención en clase sin cansarse?
Lo importante es cuánto pueden mantener la atención voluntaria, que es la que cuesta esfuerzo. Se dice que lo ideal es introducir en las lecciones un elemento motivador cada cinco minutos, pero insistir en que los alumnos deben estar motivados para aprender ayuda a que no se desarrolle la atención voluntaria.
¿Son conscientes los educadores de cómo está afectando el teléfono móvil?
Son conscientes, pero no se lo están tomando en serio. Los alumnos tienen demasiada información y les falta comprenderla y saber qué hacer con ella.
Como autor del 'Libro Blanco de la Profesión Docente', ¿qué le parece la propuesta de Pilar Alegría para reformar la formación y el acceso?
El Ministerio ha tenido que hacer alguna propuesta para cumplir con el plazo marcado por la ley, pero la superficialidad de estas propuestas indica que no se lo han tomado en serio. Lo único concreto es que se va a poner una prueba de acceso a la carrera de maestro. Cuando Irene Rigau fue consejera de Educación de Cataluña, intentó elevar la calidad de las escuelas de Magisterio y propuso que se elevara la nota de corte. Según me dijo, las universidades se opusieron porque temían que disminuyera mucho el número de alumnos. La formación del profesorado es un tema esencial que todos los gobiernos han marginado. Me temo que éste ha hecho lo mismo. Diseñar la carrera docente es prioritario para intentar atraer a los mejores expedientes a la educación. Las facultades de Pedagogía están desconectadas de la escuela. En 2013 prologué el estudio internacional TEDS-M sobre la formación matemática de los maestros. Se comprobó que los maestros españoles sabían muy pocas Matemáticas, porque casi todos venían de Letras, así que tener que mostrar cierta educación matemática me parece correcto, porque desde entonces no se ha hecho nada para mejorarla y el desapego en los alumnos hacia las Matemáticas se da en torno a los 10 años. Por otro lado, el sistema de evaluación a los docentes que propusimos en el Libro Blanco fue considerado por los sindicatos poco menos que una ofensa. Pensaban que la oposición era suficiente garantía de idoneidad. ¿Cómo una oposición va a garantizar la aptitud para toda la vida profesional?

Ciencia de la Evolución de las Culturas

Plantea incluir en el currículo una nueva asignatura que articule el humanismo en torno a la Historia. Se llamaría Ciencia de la Evolución de las Culturas y se estudiaría desde Primaria hasta primero de carrera. Se impartiría integrada por docentes de varias áreas e incluiría Historia, Arte, Literatura, Religiones, Filosofía, Historia de las Instituciones, Economía o Historia de la Ciencia. El objetivo es «que los alumnos comprendan el mundo que les rodea, las cosas en que hemos progresado, los errores que la Humanidad ha cometido y las creaciones de la inteligencia».

 

Fuente:www.elmundo.es

 

lunes, 10 de enero de 2022

López-Collazo: "Para administrar una tercera dosis habría que conocer cuál es la inmunidad celular"

 

                    López-Collazo, director científico del IdiPAZ (.LUIS CAMACHO)
 

La población general está aprendiendo a golpe de pandemia cómo funciona el sistema inmunitario, pero no nos engañemos: entender en qué consiste la defensa del organismo frente a los virus es mucho más que un conteo de anticuerpos. En la comprensión de este proceso tan complejo ayudan doblemente científicos como Eduardo López-Collazo; por un lado porque, junto a otros colegas, lleva a cabo investigaciones para contestar a las preguntas (incesantes) sobre la covid-19 y, por otro, porque no ha dejado de lado su labor divulgadora, tendiendo un puente entre la ciencia y la sociedad.

Una de sus investigaciones recientes, en 'Cell Reports', analiza la generación de inmunidad celular (la respuesta de los linfocitos T, con los que el organismo recuerda cómo luchar contra los virus). Esa respuesta inmunitaria es, con la de los anticuerpos (inmunidad humoral), importante en el combate contra las infecciones. El director científico del Instituto de Investigación del Hospital Universitario La Paz (IdiPAZ), de Madrid, considera, a la luz de los resultados de este trabajo, uno de los más exhaustivos sobre inmunidad celular y SARS-CoV-2 publicado hasta ahora, que "estamos gastando una gran cantidad de vacunas en personas donde quizá no sean necesarias, mientras que donde sí sabemos que lo son no se están poniendo".

Su trabajo abunda en lo que otros también han revelado, que las vacunas contra la covid generan inmunidad de las células T bien preservada. ¿Cuáles son sus conclusiones?
Hay otros estudios de inmunidad celular, pero el nuestro es claramente uno de los más completos, porque hemos estudiado a un grupo de voluntarios (algunos habían pasado la infección por el coronavirus y otros no) desde antes de que se vacunaran (antes de la borrasca de Filomena) hasta ocho meses tras la pauta completa con la vacuna de ARNm. Hemos hecho el seguimiento antes de la vacuna; tras la primera dosis, y transcurrido un tiempo largo después de la segunda. Es una fotografía dinámica de todo el proceso que nos ha permitido extraer algunas conclusiones interesantes: se confirma que los anticuerpos descienden con el tiempo y de manera significativa. Vemos que la segunda dosis es muy necesaria en aquellos que no han pasado la covid-19, pero en los que la han pasado, no lo es. Además, la inmunidad celular se mantiene en ambos grupos: al principio es mucho mayor en el grupo de personas que no se había infectado previamente, pero al cabo de ocho o nueve meses son similares, de forma que los que no habían pasado la covid y los que sí tienen una inmunidad celular muy parecida y alta.
¿Cómo explicaría el papel de la inmunidad celular en respuesta a la infección por el SARS-CoV-2?
Hay que tener en cuenta que los anticuerpos siempre acaban decayendo, mientras que con la inmunidad celular tenemos una especie de archivo de los patógenos, una memoria capaz de activar nuestras defensas contra el virus cuando aparezca de nuevo. Esto explicaría por qué ahora con ómicron hay muchas infecciones pero no tantas hospitalizaciones. La población ya no tiene muchos anticuerpos y por tanto no cuenta con un freno primario, rápido frente al virus, pero sí es capaz de activar la inmunidad celular en unos días; entonces empieza a haber una defensa adecuada, de forma que se contrae la infección pero no se llega a enfermar de forma grave. Y eso es una grandísima noticia: las vacunas están funcionando.
¿Se desprende de este trabajo que no es necesaria una tercera dosis?
Para administrar una tercera dosis habría que conocer cuál es la inmunidad celular. De la misma forma que ahora la gente se hace test de anticuerpos para saber si está protegido o de antígenos para saber si se está infectado sería interesante tener una prueba que nos indicara si existe o no inmunidad celular, para no vacunar innecesariamente y en cambio poder administrar más vacunas a países en desarrollo donde la gran mayoría de la población está sin vacunar y, por tanto, existe más riesgo de que se generen nuevas variantes que nos compliquen la vida globalmente.
¿Por qué es tan difícil medir la inmunidad celular?
La medición de anticuerpos está estandarizada (incluso se puede hacer en casa), porque estudia una molécula. En cambio, la inmunidad celular es multifactorial, para medirla se requiere extraer la sangre y exponerla a una simulación de la infección, mediante proteínas víricas; hace falta que pasen unos días para que se manifieste este tipo de inmunidad. Para llevar a cabo estas pruebas se necesitan unos conocimientos específicos e infraestructura. Todavía no tenemos un kit rápido para medirlo. Supongo que en breve aparecerá algún sistema de medición, probablemente, indirecta, que pueda efectuarse de forma más barata y generalizable. Sería conveniente, porque estamos gastando una gran cantidad de vacunas en personas donde quizá no sean necesarias, mientras que donde sí sabemos que lo son no se están poniendo.Quizá en lugar de invertir tanto dinero en antígenos -ya sabemos que la mayoría de la gente está infectada- habría que limitar esas pruebas a los casos en que haya síntomas importantes y derivar parte de ese gasto a la investigación para generar un test que nos indique si hay inmunidad celular. Así se podría crear un protocolo más inteligente sobre a quién administrar dosis de refuerzo. Según nuestro estudio, en ninguno de los voluntarios bajó la inmunidad celular, pero podría haber casos y en ellos sí sería necesaria una tercera dosis. Lo que dudo es que deba ser para todo el mundo; a mí ya me la han puesto y no creo que haya sido necesaria.
El estudio se ha realizado con una de las vacunas de ARNm (se utilizó la de Pfizer-BioNTech), ¿qué se sabe sobre las vacunas basadas en un vector de adenovirus?
En principio, y estoy especulando, deberían generar niveles muy parecidos, pero eso hay que probarlo. Nosotros lo estamos investigando, comparando las diferentes vacunas.
¿Y frente a ómicron?
También estamos estudiando la inmunidad celular frente a ómicron, y los resultados, aún preliminares, son positivos.
Para algunos la variante ómicron dará paso a una inmunidad global que convierta al SARS-CoV-2 en otro virus endémico. ¿Cuál es su opinión?
Quisiera que fuera así. Con las cifras que se manejan ahora parece probable, pero tenemos un hándicap: no miramos a otras zonas del mundo, como África, donde el nivel de vacunación es anecdótico. Esas zonas son polvorines, de las que en cualquier momento pueden surgir nuevas variantes. Como ómicron es muy infectiva, está desplazando a todas las demás. Eso en principio es positivo, pues si la inmunidad que estamos desarrollando con las vacunas y con las nuevas infecciones por ómicron nos ayuda a mantener a raya al virus, la pandemia se tornará en una endemia. Pero también puede aparecer otra nueva variante, más infectiva que ómicron. Por eso es tan importante invertir en ciencia y también hay que ir de la mano de la política, sin dejar de mirar hacia el sur. No basta con donar vacunas, también hay que proporcionar las infraestructuras para que lleguen a la población. Si no lo tenemos en cuenta, existe el riesgo de tener complicaciones cada año y de que surjan variantes muy infectivas y se vuelva a empezar de nuevo.
De hecho, ya se está hablando de una posible nueva variante vinculada a casos de Camerún.
Sí, es una información que todavía hay que tomar con cautela. A los científicos la opinión pública nos está pidiendo que sepamos resolver un problema surgido ayer. Personalmente, siempre distingo lo que se basa en datos de las especulaciones: que ómicron convierta al coronavirus en una enfermedad endémica, como otros virus, es, de momento, una especulación.

Fuente :www.elmundo.es

viernes, 7 de enero de 2022

Un documento oficial tras la vacunación de 700.000 niños: «No hay análisis de seguridad a gran escala»

 

 

Un documento oficial acaba de plasmar la siguiente frase con respecto a la vacunación de niños de entre 5 y 11 años: “No se dispone de un análisis de la seguridad de la vacuna tras su uso a gran escala y su relevancia en la vida real”. La afirmación figura en el nuevo protocolo de vacunación presentado en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud y, evidentemente, cuenta con el respaldo del Ministerio de Sanidad. El documento, que hoy muestra OKDIARIO añade que, pese a ello, “hasta la fecha no se ha generado ninguna señal de alarma sobre la seguridad de la vacunación en estos niños y niñas”.

Estas observaciones se recogen en el informe cuando “en España, hasta el 23 de diciembre de 2021, se habían administrado más de 700.000 dosis a la población infantil de 5 a 11 años”, como plasma el texto oficial fechado el pasado 27 de diciembre. 
No se trata de ninguna revelación contraria a la ciencia ni mucho menos. Pero sí de una información que se admite tras haber lanzado la campaña de vacunación entre los niños de 5 a 11 años sin que el Gobierno haya puesto énfasis en la explicación de este punto.

El texto ha sido publicado ahora como protocolo de vacunación. Recuerda que en la “Comisión de Salud Pública, reunida con fecha 7 de diciembre de 2021, se acordó la vacunación en población infantil entre 5 y 11 años”.

La “evidencia revisada” es la siguiente. En primer lugar, que en «España se han administrado, a fecha 23 de diciembre de 2021, más de 84 millones de dosis de vacunas Covid-19 y casi el 90% de la población diana ha recibido la pauta completa de vacunación. Además, se han administrado más de 12 millones de dosis de recuerdo y adicionales a ciertos grupos de población”. Y que “los niños y niñas de 11 y menos años de edad son el grupo de edad con mayor incidencia de casos a 3 de diciembre”.

Pero lo cierto es que “el análisis epidemiológico de la Covid-19 en la población entre 5 y 11 años de edad durante la quinta onda pandémica en España, mostró que el 99,7% de los casos diagnosticados presentaron un cuadro leve, siendo la mitad de ellos, incluso, asintomáticos”. Es más, sólo “el 0,21% de los casos precisó hospitalización, y el 0,016% requirió ingreso en UCI pediátrica” y “de los niños y niñas de esta edad hospitalizados durante esta onda, alrededor del 20% presentaba neumonía grave, de los cuales el 45% tenía enfermedad de base”. Asimismo, de los 13 casos que ingresaron en UCI «más del 50% presentaba alguna enfermedad grave de base, como también la sufría el único caso fallecido”.

El estudio reconoce igualmente que el «papel transmisor de la población infantil en la infección por SARS-CoV-2 parece ser menos importante comparado con el papel desempeñado por los adultos”. Y es que los estudios de transmisibilidad en centros educativos en países de nuestro entorno, “muestran que se están produciendo pocos brotes en estos centros y que los casos-índice suelen ser adultos, sobre todo no vacunados”.

De hecho, “el 50% de los brotes que se han producido han tenido menos de 5 casos” y el impacto en la actividad educativa de los casos y brotes en el ámbito escolar “ha sido bajo durante el curso escolar 2021-2022; las aulas en funcionamiento, que no han tenido que ser puestas en cuarentena, han oscilado entre el 99,9% y 99,7%”.

«Disminuiría la carga de enfermedad»

Un cuadro de contagios y transmisibilidad entre niños muy reducido. Pese a ello, el documento subraya que “la vacunación en la población infantil disminuiría la carga de enfermedad en este colectivo y puede disminuir la transmisión en el entorno familiar, en los centros educativos y en la comunidad, contribuyendo a la protección de las poblaciones más vulnerables”. Además, añade el informe oficial, “un estudio de modelización muestra que países como el nuestro, con altas coberturas de vacunación en población adulta, pueden alcanzar un mayor beneficio para el control de la pandemia con la vacunación infantil, pudiendo reducir hasta un 16% la diseminación del coronavirus.

Es decir, que el beneficio de la vacunación infantil se concentra en el contexto social. 
Y, en ese momento, el estudio explica que “Estados Unidos e Israel, entre otros, fueron los primeros en comenzar a vacunar a la población infantil de 5 a 11 años. En concreto, a 13 de diciembre de 2021, ya se habían administrado más de siete millones de dosis sin haberse registrado en las bases de datos v-safe, VAERS y VSD, ningún efecto adverso diferentes a los observados en los ensayos clínicos”. Y admite el documento que “si bien todavía no se dispone de un análisis de la seguridad de la vacuna tras su uso a gran escala y su relevancia en la vida real, hasta la fecha no se ha generado ninguna señal de alarma sobre la seguridad de la vacunación en estos niños y niñas”. Mientras señala que “en España, hasta el 23 de diciembre de 2021, se habían administrado más de 700.000 dosis a la población infantil de 5 a 11 años”.

Fuuente: okdiario.com