En estos momentos de incertidumbre política y económica , cuando el estado a traves del gobierno y otras instituciones interviene cada vez más en la vida de los individuos , restringiendo su libertad día a día en aras de un supuesto " bien común" , queremos contribuir desde este blog a difundir los principios del liberalismo , cada vez más necesarios para conservar la libertad y la iniciativa como ciudadanos.

domingo, 30 de octubre de 2011

El clamor de una nación que se niega a suicidarse- Editorial de Libertad Digital

Decenas de miles de personas arroparon ayer con su presencia el acto convocado por las víctimas del terrorismo en contra de la rendición de la nación española ante una banda terrorista. Ni el desprecio de los principales partidos políticos, ni el vacío orquestado por la mayoría de medios de comunicación, pudo impedir ayer que el clamor de las víctimas del terrorismo se escuchara en el centro de la capital de España, en uno de los lugares que mejor simboliza el sufrimiento de las víctimas del terror nacionalista de los terroristas de ETA como es la Plaza de la República Dominicana, escenario de uno de sus atentados más sangrientos.

Los espléndidos discursos de las víctimas participantes en el acto, además de la emoción de su desgarro, fueron el acta de acusación formal contra un régimen político que, con el consenso de sus principales agentes, pretende orquestar una nueva etapa de concesiones a una banda terrorista para que obtengan por la vía del trapicheo clandestino lo que no consiguieron asesinando.

Ninguna nación libre puede admitir que la sangre de 859 españoles inocentes sirva como moneda de cambio para negociar con los culpables de tanto dolor. No sólo por el respeto reverencial que las víctimas del terrorismo merecen, sino porque esa claudicación ante el terror sería el fin de nuestro estado de derecho.

Toñi Santiago, madre de Silvia, la niña de tan sólo seis años asesinada por la ETA en Santa Pola en 2002, resumió perfectamente en una frase la cuestión principal que se dirime en esta humillante escalada de genuflexiones ante los asesinos terroristas, cuando proclamó que no se puede premiar a los asesinos a costa del sufrimiento de todas las familias destrozadas por ellos. En efecto, por desgracia, eso es exactamente lo que están intentando por todos los medios instituciones sedicentemente democráticas como el gobierno vasco con el silencio culpable y el apoyo cómplice del resto de los actores de esta asquerosa trama.

En el acto de repulsa a las concesiones a los asesinos estuvieron presentes, entre otros políticos, algunos representantes del Partido Popular, pero eso sí, "a título personal". Estaría bien que también a título personal hicieran todo lo posible para que su partido defienda, de una vez y con claridad, el derecho de una nación libre a no arrodillarse frente a una banda de asesinos terroristas. Las víctimas están esperando ese pronunciamiento. Sus votantes también.

Fuente:libertaddigital.com

sábado, 29 de octubre de 2011

Empiezo a entender qué son las reformas estructurales- Leopoldo Abadía

Todos hablan de que hay que hacer reformas estructurales. Todos vienen a decir algo así como: “¡Pobre próximo Gobierno, que va a tener que decir la verdad!”

Es una pena, desde luego, porque, a base de decir cuentos y soltar bobadas, seguimos pensando que, con un poco de suerte, pasamos el apuro y volvemos a aquellos felices tiempos en que se nos fue la olla y creímos que éramos muy ricos y que, además, teníamos derecho a ser siempre ricos y que el que no fuera rico, allá él; porque o era tonto o se le había ocurrido nacer en Somalia o países limítrofes. ¡Que hubiera nacido en Cuenca!

Y, además, éramos europeos y nuestra economía era sólida como una roca y éramos el número no sé cuántos del mundo y los que estaban antes de nosotros en la clasificación temblaban porque les íbamos a pasar en un decir Jesús.

En 1745, en un pueblo de Álava, nació un chaval que se llamaba Félix María de Samaniego. Cuando se hizo mayor, se ganaba la vida escribiendo fábulas. (Siempre ha habido gente rara).

Escribió una, que se hizo famosa, que se titulaba “El cuento de la lechera”. Ya sabéis el argumento: una moza que “llevaba en la cabeza el cántaro al mercado” y que, como era eso que luego se llamó optimista antropológica, o sea, de las que no saben dónde pisan, se le ocurría decir (en verso), cosas tales como “¡Yo sí que estoy contenta con mi suerte!”

Frase que, por esas conexiones mentales extrañas que tengo de vez en cuando, me recuerda aquello de “La venganza de D. Mendo”: “¡Infeliz del varón, que nace, cual yo, tan guapo!”.

Lo malo no es decir eso cuando eres guapo. Lo malo es decirlo cuando eres feo y te crees guapo. Eso es malo. Y peligroso.

Al final, la pobre lechera, que era bastante boba, “con este pensamiento enajenada, brinca de manera que, a su salto violento, el cántaro cayó”.

Samaniego, que era un profeta, aunque no esté catalogado como tal, acaba diciendo: “¡Oh loca fantasía! ¡Qué palacios fabricas en el viento!…No anheles impaciente el bien futuro. Mira que ni el presente está seguro”.

Mientras estoy con Samaniego, recibo una carta de un amigo mío. Dice cosas interesantes:

1. Que la banca europea está mal, por los activos tóxicos. O sea, por esas cosas que tienes, que dices que valen mucho, pero que, en realidad, valen poco.

2. Esos activos tóxicos son de dos clases (seguro que hay más clases, pero mi amigo habla de dos, supongo que para no liarla demasiado):

a. Activos inmobiliarios, que se han quedado/tragado las entidades financieras y que están tratando de digerir, poniendo buena cara. (“Poner buena cara” quiere decir mantenerlos en el activo al precio original y no al precio real, el de hoy).

b. La famosa deuda soberana. Por ejemplo, en España, los bancos y cajas tienen deuda soberana española, por un importe de 222.000 millones de euros. En otras palabras, han prestado dinero a España por esa cantidad.

c. España parece que aun es de fiar, aunque alguna gente mala le quiere aplicar una quita del 20 %, quita que hace que los Bancos y Cajas que han puesto ese dinero estén un poco nerviosos.

d. Otros bancos de otros países están más preocupados, porque le prestaron dinero a Grecia, o sea, a esos chicos de los que se ha dicho que no se les debía haber dejado entrar en la Unión Europea. Pero como les dejaron, alguien se va a tragar una quita del 60 % sobre ese préstamo.

e. Mi amigo echa la culpa de todo eso a las presiones políticas. Según él, los 222.000 millones de euros que los bancos le han prestado a España son una especie de “bonos patrióticos”. El Gobierno de turno (y el anterior y el otro) se han dirigido a los bancos y cajas y les ha dicho: “La Patria os necesita”. Y los bancos y cajas, patrióticos ellos, han contestado: “¡Faltaría más!” Y se han puesto en cola para prestar dinero a España.

f. Total, que entre lo inmobiliario y lo soberano, las entidades financieras andan mal.

g. Según mi amigo, “nada (de dinero) o muy poco ha quedado disponible para el deprimido sector privado, que es el creador (el subrayado es mío) de puestos de trabajo”.

h. Y mi amigo, que es muy buena persona, pero a veces un poco mal pensado) me dice: “¿Será esto la antesala, mejor dicho, la excusa, para una futura nacionalización de la banca?”

Mi amigo remata su argumentación, diciendo que, a él, “los bancos no le han hecho favor alguno, pero que quiere dejar las cosas claras”.

Ahora ya no sé qué pensar. Porque yo estaba convencido -y sigo estándolo- de que las entidades financieras lo han hecho muy mal.

Pero, por lo que parece, los gobiernos, también.

Y, durante unos años, como la lechera de Samaniego, hemos vivido de un modo que no era real, pero como nos gustaba tanto…

Vuelvo al primer párrafo: “¡Pobre próximo Gobierno, que va a tener que decir la verdad!”

En realidad, la verdad es muy fácil de decir. Yo creo que solo hay que decir las siguientes cosas:

1. Hay que hacer reformas estructurales. No sé qué quiere decir eso. Cuando me pasan cosas así, intento discurrir, a ver si se me ocurre algo, cosa que a veces sucede y otras no.

2. Después de discurrir, pienso que “reformas estructurales” deben ser las que afectan a la estructura, o sea, a “la distribución y orden de las partes importantes de un edificio”.

3. Cuando miro el edificio de España, veo que hemos puesto 17 pisos, (les llamamos autonomías), además de otro piso, el 18, propiedad de la Administración central.

4. El terreno sobre el que se asienta ese edificio, que es alto -18 pisos son 18 pisos- es pequeño. Para colmo, me acabo de enterar que el Big Ben de Londres, desde 2003, se va inclinando 0,9 milímetros por año, que parece una nimiedad, pero que como desde 2003 hasta ahora han pasado 8 años, resulta que ya se ha inclinado 7,2 milímetros y que, como siga así, un día se cae.

5. Entonces, como el próximo Gobierno tiene que decir toda verdad desde el primer día, de modo que si cuando toman posesión está lloviendo, no puede decir “Buenos días”, en el primer discurso el nuevo Presidente tiene que decir a los españoles:

“Mirad, majos, hace ya bastantes años decidimos establecer 17 Comunidades autónomas, y todos nos fuimos a casa muy contentos.

Por una serie de cosas (aquí puede hablar de lo malos que son los mercados y lo malos que son los americanos), me gustaría comprobar que las 17 hacen falta.

Porque quizá podríamos juntar dos o tres y quedarnos solo con 14 o 15.

Además, algunas de las Comunidades Autónomas (si el discurso le coge un poco bajo de tono, puede decir ´bastantes´, ´muchas´, ´casi todas´) han hecho cosas, no digo malas, sino mejorables (si el discurso le coge un poco bajo de tono, puede decir ´horrorosas´, ´espeluznantes´ o ´increíblemente absurdas/idiotas´), pues resulta que andamos mal de perras”.

Como un poco de demagogia en los discursos siempre viene bien, puede añadir:

“Y, para colmo, los malvados mercados no nos quieren prestar dejar dinero o nos lo dejan caro, porque dicen que sí, que hacemos las cosas bien, pero que las podíamos hacer mejor”.

Estuve ayer en un programa de televisión. Me preguntaron si era moral que se efectuasen recortes en sanidad y educación. O sea, la preocupación de siempre.

Les dije que no me gusta nada lo de los recortes, pero que con un modelo de Estado como el que tenemos y un comportamiento enloquecido de muchos de los que lo dirigen (¿?), habrá recortes en sanidad, en educación y hasta en el chocolate del loro, expresión, por cierto, que nunca he sabido de dónde ha salido.

Y les dije -no sé si se lo dije, pero se lo tenía que haber dicho- que si nos fijamos en la sanidad y en la educación, y en el chocolate, nos distraemos contemplando los síntomas y no atacamos la enfermedad.

O sea, que en el primer discurso, el nuevo Presidente puede perder de entrada unos cuantos amigos diciendo al pueblo español simplemente:

1. Voy a ver si lo de las 17 Autonomías sigue siendo válido.

2. Voy a ver cómo han gastado los dineros cada una de las 17.

3. Y de aquí a un mes, vengo y se lo digo.

Por supuesto, antes le debería llamar a Merkel y decirle: “Angela, pon la tele, que a las 9 salgo y quiero que te enteres de lo que voy a decir”.

P.S. Lo de perder amigos es desagradable, pero ¿no habíamos quedado de acuerdo en que hay que ser honrados?

Fuente:elconfidencial.com

miércoles, 5 de octubre de 2011

El presente y el difícil futuro de Novacaixagalicia

"Oh vosotros, los que entráis, abandonad toda esperanza ", rezaba en el marco de las puertas del infierno de Dante. Un lema similar se podría grabar en la sede de la entidad gallega, cuyo viaje iniciático no acaba más que de empezar, y a la que le esperan todavía los momentos más duros. En su camino, si bien no sirve de consuelo, comparte destino con muchas otras (CCM, CAM, UNIMM, Catalunya Caixa...), actuando el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez (Mafo), a modo de Mefistófeles del otrora glorioso, y hoy ruinoso, sector de las Cajas de Ahorro patrias.
En estos días nos hemos desayunado con la polémica, más bien anecdótica, acerca de las liquidaciones millonarias que están percibiendo los antiguos directivos de Caixa Galicia y Caixa Nova, a cuenta de los programas de prejubilaciones y los procesos de renovación de la cúpula directiva que ahora lidera José María Castellano. Si bien hay que reconocer que el asunto se ha llevado con evidente torpeza, puesto que es difícil entender para un contribuyente el por qué se les prejubila con cifras millonarias a directivos que han llevado a las entidades a la nacionalización.
Ante el escándalo y malestar de la sociedad, el Consejo ha reaccionado y anuncia que "investigará las indemnizaciones millonarias de los directivos", lo cual no deja de ser un eufemismo, dado que no hay nada que investigar, ya que son directivos que compartían hasta ahora cuadro de mando con la actual cúpula, y de cuyas liquidaciones son perfectamente conocedores, entre otras cosas, porque las han tenido que autorizar. Pero más allá de tácticas dilatorias con las que tratar de echar tierra y tiempo al asunto, resulta de mayor interés centrarnos en la parte del león en lo que a NovaCaixaGalicia se refiere, y esto no es más ni menos que su situación actual, y previsible evolución futura.
La semana pasada culminaba un proceso gestado hace meses, mediante el cual el Gobierno y el Banco de España han tratado de reestructurar las Cajas de Ahorros españolas, tratando de dar solución, por una parte, a los requisitos impuestos desde nuestros administradores concursales nacionales (esto es, Bruselas), y por el otro, recapitalizar las entidades, concentrándolas en bancos, para supuestamente lanzarlas a mercado y asegurar su supervivencia.
El proceso ha sido largo y plagado de dificultades más que previsibles: resistencias por parte de los Gobiernos Autonómicos, oposición y dilatación en el tiempo por parte de unos directivos con mucho que ocultar, impotencia del Banco de España a la hora de imponerse a las entidades, problemas políticos derivados de la pérdida de poder financiero a nivel regional...
En el caso que nos concierne, la solución pasó por la creación de una "gran Caja gallega", del gusto de todos los políticos locales y autonómicos, defendida a capa y espada como mejor opción "para mantener el ahorro de los gallegos en Galicia", "para evitar que el ahorro y la inversión de los gallegos acabe controlada desde Madrid". Todo muy patriota y muy gallego.
El intento fallido de captar inversores
Una vez optada por esta vía, las condiciones establecidas por el Gobierno eran claras, segregación del negocio hacia una nueva entidad con ficha bancaria y salida a mercado, bien en Bolsa, bien mediante inversores privados, quedando la antigua Caja con estructura de Fundación, a través de la que canalizar las actividades específicas de obra social.
Este proceso tiene una parte burocrática, que se completó sin incidencias, y una parte financiera, que es donde era previsible, y de hecho se produjeron, la mayor cantidad de problemas. Para sacar al mercado una empresa, es necesario valorarla a fin de establecer un precio de las acciones, que los mErcados y los inversores puedan utilizar para decidir si optan por entrar en la misma y en qué volumen. Una valoración excesivamente cara dará lugar a una falta de interés por parte de los inversores, a lo que se unen las especiales circunstancias de falta de liquidez que estamos viviendo (véase el caso de la OPV de Loterías, fiasco épico y muy caro para los bolsillos de los españoles). Una valoración excesivamente barata sembrará dudas entre los inversores, que en estos tiempos, más que ver un regalo, lo que ven es un muerto.
Por otra parte, la entrada en el capital con fuertes paquetes de inversión requiere del acceso a los libros por parte de los grandes inversores, y ha sido práctica habitual en estos tiempos el negar el mismo, como si un gran patrimonio decidiera invertir cifras millonarias en un proyecto basado en un Powerpoint y un folleto para mercado minorista.
A esta actividad, y es de suponer que es la razón del fichaje de José María Castellano, se dedicó la nueva cúpula del recién nacido banco, a captar inversores dispuestos a adquirir participaciones relevantes, iniciando para ello una gira por diversos países, en los que supuestamente el prestigio y contactos de este nuevo equipo actuaría como catalizador de la captación de capitales interesados en entrar en esta nueva fase de la megaCaja o megaBanco gallego. Sin embargo, las semanas y los meses han ido pasando, sin que apareciera nada en concreto. Mientras, el Banco de España ha ido concediendo plazos cada vez más dilatados, con el fin de cerrar definitivamente el proceso, con resultados negativos hasta el momento.
Nacionalización a precio de saldo
Presionado por los calendarios, finalmente el Banco de España opta por la nacionalización de NovaCaixaGalicia, adquiriendo el 93% de las acciones del banco a través del FROB, mediante una valoración que supone un 88% de descuento sobre el valor en libros, lo cual podría interpretarse como un puro valor de liquidación, aunque otros lo ven como una valoración ridícula, realizada para regalarles a los futuros inversores la joya de la corona a precios de risa.
Con este acto, el FROB inyecta 2.465 millones de euros, apuntalando de este modo el "core capital" de la entidad, con el fin de cumplir con los requerimientos del 10% respecto a activos ponderados por riesgo. Al final, a la Xunta de Galicia le han pegado un revolcón, pues si bien se apresuró a anunciar que NCG ostentaría un 15%, finalmente se ha quedado en un exiguo 7%. Ya se sabe que, quien paga, manda.
Un plan de viabilidad irreal
Hasta el momento, debemos recordar que la aventura de NovaCaixaGalicia ha costado a los españoles la friolera de 3.627 millones de euros, esto es, 603.482 millones de las antiguas pesetas. El destino de dichos fondos ha sido principalmente el pago de prejubilaciones y reducción de estructura. Y esto nos lleva al asunto de verdadero interés: la viabilidad del Plan presentado por la Dirección.
En dicho Plan, del que apenas se conocen unas páginas de Powerpoint, a pesar de que son los contribuyentes españoles los que financian la operación, la apuesta por el futuro de la entidad se sustenta en el incremento de eficiencia derivado del ajuste de infraestructura y personal. Sin embargo, dicho Plan está lleno de sombras e incógnitas sin resolver. Entre ellas, destacan las siguientes:
El Plan no contempla escenarios futuros fuertemente adversos: crisis de la eurozona, incrementos de morosidad hasta los dos dígitos, estrechamiento de márgenes o continuación de la sequía en los mercados mayoristas, entre otros.
Fiar la viabilidad a un aligeramiento estructural de la entidad, si bien es un punto esencial para la recuperación del equilibrio, no deja de ser un atajo fácil, financiado con dinero público, con el que enterrar posibles conflictos.
Como en el resto de Cajas de Ahorros españolas, se sigue imponiendo la "omertá", es decir, el pacto de silencio cómplice entre el Banco de España y los directivos. Y es que, a día de hoy se desconocen las cifras reales en balance, la concentración de riesgo en el inmobiliario, la morosidad real que están soportando, las prácticas que han llevado a estas entidades a la insolvencia. Todo ello es un lastre que genera desconfianza en los inversores internacionales, y que acabamos pagando todos con mayores tipos de interés y sequía crediticia.
Es decir, el Plan de viabilidad presentado por la caja se centra en la reestructuración organizativa mediante el recorte de plantilla y oficinas, sin prestar atención al meollo de la cuestión: el necesario saneamiento del balance, como resultado de la depreciación de activos inmobiliarios y el aumento de la morosidad de promotores y particulares. Ante tal situación, según las fuentes del sector consultadas, no es de extrañar que a NovaCaixaGalicia le esperen nuevos capítulos por escribir, y no agradables precisamente.

Fuente:libertaddigital.com