Sr. Feijóo, mejor verle las orejas al raposo y no al lobo. - Abel García

 

Feijóo presume de haber "parado" al nacionalismo y al separatismo titulaba una noticia Libertad Digital.

"Vengo de una comunidad que resulta que es en la única comunidad donde le hemos ganado al nacionalismo en toda España", apuntaba usted.

Vamos a ver Sr. Feijóo, a vaquiña polo que vale.

Soy gallego, lo conozco a usted personalmente, ya que hablamos en dos ocasiones, y como lo cortés no quita lo valiente, tengo que decir que me trató usted amablemente, no sé si por desconocimiento del tema o por cortesía o por ambas cosas. Además de eso, conozco al nacionalismo separatista gallego de primera mano y al PSOE gallego, lazarillo del anterior.

Los gallegos, como decía Alfredo Conde, somos gente muy viajada, y en su mayoría, aunque a veces nos lo hagamos, no somos tontos. Aunque es cierto que usted le ganó electoralmente, no es menos cierto que no lo hizo moralmente, sino que fueron, los que viéndole las orejas al lobo del bipartito, decidieron muchos votarle a usted ya que  pensaban, no sin razón, que mejor es verle las orejas al raposo y no vérselas al lobo. Lo de raposo o zorro, tenga por seguro que no es un término insultivo, sino un símil. Nada más lejos de mi intención faltarle a usted al respeto.

 Usted se plegó en cantidad de cosas al nacionalismo independentista, haciéndoles el trabajo sucio contra España, eso sí, con cordialidad, como usted suele decir. La lengua como arma política contra España y la entrega de la Enseñanza a los progres y nacionalistas, fue parte de ese trabajo sucio, dejándoles el camino listo para cuando vuelvan al poder, que si Dios no lo remedia, llegarán en la próxima legislatura de la mano del PSOE.

Usted convirtió la autonomía de Galicia en un estadito más dentro de España, practicando ese galleguismo que no es nada más que el nacionalismo excluyente con piel de cordero, abusando del amor de los gallegos a nuestra tierra de nacimiento.

 El gran error del estado español para llegar a la situación tan grave en la que nos encontramos, fue haber entregado a los independentistas catalanes la Enseñanza. En 1992, en el Estadio Olímpico de Montjuic, entraba de abanderado con el equipo de España, el que en aquel entonces era el Príncipe de Asturias D. Felipe, ahora rey Felipe VI. Los aplausos y los vítores fueron atronadores. Si llega a ser hoy, habría que hacerlo a puerta cerrada, ya que el espectáculo que haría esa gentuza, sería un escándalo y una vergüenza para el resto del mundo. Desde la enseñanza, el estado permitió y alentó que se adoctrinara contra España a los niños y jóvenes. Eso mismo, pero cordialmente, es lo que usted permitió que se haga con la enseñanza en Galicia en los últimos años, sin olvidar que eso ya lo comenzó D. Manuel Fraga.

Por lo tanto, habemos muchos españoles de bien que le vemos la orejas al lobo del dolce far niente, representado ahora por usted y anteriormente por el Sr. Rajoy, que no estamos dispuestos a que no se dé marcha atrás y se revoquen todas las políticas liberticidas social comunistas nacionalistas y etarras y se arreglen todos los graves problemas de España, cosa que usted no está dispuesto a hacer, sino a realizar, cual Chamberlain, una política de apaciguamiento, que solamente nos llevará al desastre.

Solamente un 155 en Cataluña durante muchos años, arreglaría ese grave problema nacional y, siguiendo con el símil, serviría para que vascos y otros, le vieran las orejas al lobo. Usted  ya dijo que eso no está dispuesto a hacerlo, ya que usted es muy cordial, sino todo lo contrario, llegar a acuerdos con los enemigos de España, como ya hizo el PP en otras ocasiones, para así poder alcanzar el chiringuito del poder.